"Aumentaron las embolias y trombosis por los pacientes contagiados por covid"

"Se están haciendo las cosas bien y se pone a cada colectivo la vacuna que implica menos riesgo y más beneficio"
María Ferreiro Argüelles. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera María Ferreiro Argüelles. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La reanudación de la vacunación con la fórmula de Janssen y la previsión de continuar con AstraZeneca en los colectivos esenciales han reavivado la preocupación social por los trombos asociados a estas vacunas.

La responsable de la sección de coagulación del servicio de Hematología del Área Sanitaria, María Ferreiro Argüelles, ha aceptado atender a este periódico para explicar en qué consisten estos episodios, cómo se tratan y cómo se puede prevenir. Según indica, una trombosis consiste en una interrupción del flujo sanguíneo que se produce en una vena o en una arteria, formando "una especie de tapón". Las trombosis en las arterias suelen ser más graves y pueden dar lugar a un infarto de miocardio o un ictus, y las que ocurren en venas pueden producir distintos efectos. Los trombos en las piernas, por ejemplo, provocan que se hinche la pierna y las que suceden en las venas del cerebro pueden hacer que esa vena se rompa y se genere una hemorragia secundaria cerebral. "La coagulación es necesaria para tapar, por ejemplo, una herida, pero una trombosis es un coágulo que se forma donde no se desea", resume la especialista.

¿Cómo son las trombosis que han provocado la suspensión temporal de las vacunas de AstraZeneca y Janssen? Fundamentalmente, trombosis venosas cerebrales y trombosis en las venas en el territorio del abdomen, pero con el agravante de que tienen unas "características distintas que no vemos en general en un paciente con trombosis. En estos casos se ha visto que las plaquetas están bajas" y que algunos desarrollan anticuerpos contra el factor plaquetario cuatro, lo que se describe en el gremio como una trombocitopenia y lo que dificulta el uso del tratamiento convencional (basado en anticoagulantes de uso cotidiano).

MORTALIDAD Y SÍNTOMAS. Buena parte de las trombosis raras que se han registrado en pacientes vacunados con AstraZeneca o Janssen han tenido lugar en menores de 60 años y sobre todo en mujeres; "no se sabe si por su momento hormonal o porque quizás son mayoría en el sector sanitario y servicios", en los que se han aplicado este tipo de sueros.

La mortalidad fue relativamente alta entre los pacientes que registraron estas trombosis raras, sobre todo al principio, "cuando no se sabía muy bien cómo tratarlas". En Inglaterra, por ejemplo, se notificaron a principios de mes siete fallecimientos entre los 31 pacientes que habían sufrido este tipo de trombosis. Por este motivo, Ferreiro ve "razonable" que se haya cambiado el perfil de destinatario de estas vacunas, sobre todo en países que disponen de alternativas, y por eso aboga por instruir a los médicos y pacientes en la vigilancia de los síntomas, "especialmente entre los cuatro y los 14 días después" del suministro de la vacuna. "Con las vacunas es muy frecuente el dolor de cabeza, que aparece en cuatro de cada diez personas, pero suele ser tolerable y con medicaciones antiinflamatorias suele pasar y mejorar. En cambio, si es un dolor de cabeza que empieza más hacia el cuarto día, que no cede, que da visión borrosa, que empeora al acostarse o que es muy intenso sí que es recomendable acudir al médico para que valore, al igual que si se sufre un dolor abdominal intenso", explica la doctora.

Si la reacción se detecta a tiempo, se pueden evitar este tipo de complicaciones, "porque ya se ponen anticoagulantes distintos". Además, si hay algo en lo que insiste Ferreiro es en la necesidad de continuar con la vacunación: "Se están haciendo las cosas bien, con vigilancia, y se está poniendo a cada colectivo la vacuna que implica menos riesgo y más beneficio. Tener covid supone muchas más posibilidades de sufrir una trombosis que la vacuna. De hecho, aquí (en Montecelo) ha aumentado mucho el número de embolias de pulmón y de trombosis en las piernas por los pacientes infectados de covid", señala.

Se están haciendo las cosas bien, con vigilancia (...). Tener covid supone muchas más posibilidades de sufrir una trombosis que la vacuna

PREVENCIÓN. Ferreiro incide en que los pacientes que hayan tenido trombosis o que estén con Sintron por trombosis no tienen contraindicación para vacunarse, ya que "no se ha visto que tengan más riesgo de sufrir trombosis de senos venosos cerebrales" y, al igual que sucede con el resto de la población, "el beneficio de la vacuna supera con creces el riesgo de la vacuna, que es muy bajo". 

Con carácter general, la trombosis venosa es "muy frecuente" en postoperados, en mujeres que toman anticonceptivos orales, mujeres embarazadas o personas con edad o con cáncer. En Montecelo se administra anticoagulación cada día a tres o cuatro pacientes con trombosis en las piernas o en el pulmón y en general la mayoría de los casos tienen buen pronóstico. La cerebrales son mucho más infrecuentes, si bien un alto porcentaje también tienen "una recuperación completa, sin secuelas". 

Respecto a si se puede prevenir o no la trombosis, la respuesta es "sí". "Se puede prevenir con medidas higiénico-dietéticas, como no fumar, evitar la obesidad y hacer un ejercicio moderado. Y en situaciones especiales, como las cirugías, se disminuye la posibilidad de sufrir una trombosis con anticoagulantes, ya que el organismo aumenta la coagulación después de una operación".

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