"Hemos decidido salir a trabajar, pero la coacción que aplica un piquete es grande"

La actividad empresarial en el Polígono de O Campiño se recupera. La escolta de la Policía Nacional, cuyas nuevas órdenes implican 'actuar', aporta seguridad a los camiones que entran y salen de la infraestructura
Imagen de uno de los piquetes informativos en O Campiño. GONZALO GARCÍA
photo_camera Imagen de uno de los piquetes informativos en O Campiño. GONZALO GARCÍA

La actividad empresarial en el Polígono de O Campiño se recupera. La escolta de la Policía Nacional, cuyas nuevas órdenes implican 'actuar', aporta seguridad a los camiones que entran y salen de la infraestructura.

El arrojo de algunos empresarios, con la espada de Damocles de las represalias por parte de los huelguistas, aporta algo más de luz al túnel. La opción de retomar sus operaciones de transportes de mercancías es arriesgada, pero se hallan ante una situación que para ellos es casi desesperada.

El mejor ejemplo de lo que sucede en el polígono pontevedrés es Cash Galicia, una de las empresas que, por sus características (sirve principalmente a la hostelería) tiene un mayor movimiento de camiones. Con varios de ellos con las ruedas pinchadas ante sus instalaciones, su gerente y su director de operaciones describen la situación de los últimos días.

"El lunes trabajamos con normalidad, salieron y entraron camiones, pero el martes a primera hora teníamos el piquete delante. Nos fue imposible sacarlos. El martes y el miércoles estuvimos parados. La zona de expedición la tuvimos saturada, pues la mercancía no salía, y a eso se añadió falta de suministro en los Cash Galicia. No vendemos al consumidor final, estamos enfocados a la hostelería, y hay cosas que se nota que están faltando".

La Policía Nacional escolta a los camiones desde las salidas de la autopista hasta las naves del polígono, en trayectos de ida y vuelta. "Han comenzado a actuar e intentar que la gente pueda trabajar, pero la coacción que aplica un piquete es grande, y más en los camiones. Es muy rápido pinchar una rueda", añaden en Cash Galicia.

"Este jueves, cuando llegamos aquí, el piquete había desaparecido. A mediodía decidimos sacar los camiones. En la zona de Pontevedra no tuvimos ningún problema, pero sí en las provincias de A Coruña y Lugo.

Tenemos un camión retenido en Narón, y con poca perspectiva de salir por ahora, y otro en el taller. Tenemos el miedo en el cuerpo por si te paran el camión y, o les haces caso, o atente a las consecuencias".

Tras hablar con la Policía y también con el piquete, los que deciden trabajar tienen miedo. "Las ruedas cuestan 400 euros cada una. Se están moviendo para hacerse notar y tomar zonas de influencia. Están yendo a los puertos", explican.

"Aquí se tranquilizaron, pero en otras zonas no. Estás con ese miedo a lo que pueda pasar. Nos dijeron a principios de semana que teníamos que estar parados y hemos arrancado sin que nadie nos diese el ‘consentimiento’ y con el aviso de que nos atengamos a las consecuencias. Tienes miedo a que algo suceda".

Sobre las perspectivas de futuro, estos empresarios detallan que "los ‘cashes’, nuestros almacenes, pueden aguantar sin suministro como máximo una semana. Si no, dejas de vender. El problema es que no nos entra mercancía de los proveedores y no podemos colocarla en los puntos de venta, y estamos fallándole al hostelero".

Por ello, y a riesgo de sufrir las iras de los piquetes en forma de daños en sus vehículos, la empresa con matriz en O Campiño ha decidido retomar su actividad desde Pontevedra.

Consecuencias: "Venimos de años duros y esto nos está ahogando"
"Somos una empresa pequeña. Venimos de dos años que han sido muy duros porque servimos a la hostelería, y nos ha costado, y nos sigue costando".

Cash Galicia explica así las consecuencias del nuevo revés al que se enfrenta la firma. "La flota que tenemos es pequeña y propia, y esto nos está ahogando. Llevamos dos años difíciles, nosotros no somos supermercados", concluyen sus responsables.

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