La primera jornada de Peñas resultó menos multitudinaria de lo que suele ser habitual en la Boa Vila, por varios motivos. Primero, por la coincidencia de otros polos de atracción para los jóvenes, como lo fueron la Festa do Albariño de Cambados o el festival Maestral en Sanxenxo.
Y segundo, por el formato de la celebración taurina, menos atractivo para sus adeptos. Sin embargo, el casco histórico de Pontevedra volvió a reunir a cientos de personas que dejaron tras de sí un reguero de suciedad sobre las principales plazas, aprovechando las facilidades que ofrece el Concello para consumir alcohol en la vía pública para dejar botellas, bolsas de plástico, papeles y toda clase de desperdicios.
En cuanto a las incidencias, la noche se dividió en dos partes, la primera, hasta las dos de la madrugada, que se saldó sin problemas más allá de dos personas con cortes que fueron atendidas por la ambulancia ubicada en la Praza de España, tal y como informaron fuentes del Concello. A ellos se añadieron dos personas trasladadas a centros hospitalarios por intoxicación etílica que no serían los únicos.
Los problemas más graves se manifestaron más tarde, a las 3 y 4, cuando hasta cinco patrullas de la Policía Nacional, todas las que se hallaban por las inmediaciones, se desplazaron a la zona de Os Soportais de A Ferrería ante el aviso de que se estaba produciendo una pelea entre un grupo de jóvenes. El peor parado presentaba una brecha en la cabeza por la que sangraba de forma abundante, producida, según testigos, por un golpe con un objeto de vidrio contundente. Fue trasladado a Montecelo. Los participantes fueron identificados pero ninguno quiso presentar denuncia.
Para concluir la jornada, una anécdota: un joven que volvía de la Festa do Albariño se lanzó al Lérez para recuperar el móvil que se le había caído al cauce en las inmediaciones del Mercado.
