Que la pandemia ha cambiado los hábitos es una verdad incontestable. Entre los colectivos que han notado un antes y un después con la irrupción de la covid-19 está la protectora de animales Os Palleiros, que consigue sacar a pasear a todos los perros de su refugio al menos una vez a la semana gracias a la colaboración de voluntarios paseadores. Esta ayuda se ha visto incrementada en los últimos meses gracias a la contribución de personas que han convertido el paseo a perros en un hobby. "Vienen bastantes personas, tanto a los paseos conjuntos como de forma individual", explica la presidenta de Os Palleiros, Gloria Cubas.
Uno de los motivos que hacen que la participación en los paseos crezca es la falta de actividades extraescolares. "Hay muchos niños que vienen con sus padres porque tienen ese tiempo libre y les gustan los animales", cuenta Cubas. Del mismo modo, asegura que hay personas que son fieles a los paseos desde hace tiempo, antes de la era covid. Pero también hay personas que han llegado nuevas, han probado y repiten con frecuencia.
La protectora tiene abierto su refugio las tardes de los martes y los jueves, entre las 17.00 y las 20.00 horas, aunque con el cambio al horario de invierno se atenderá a los voluntarios de 16.00 a 19.00 horas. Durante esta franja de tiempo, los voluntarios que lo deseen pueden acercarse a las instalaciones de la protectora, en Campañó, para recoger a uno de los perros en adopción y llevárselo a dar un paseo. "Se puede pasear por los montes de la zona o llevarse al perro en coche hasta zonas cercanas como las marismas de A Xunqueira de Alba", cuenta Gloria Cubas. Además de los paseos individuales, también es posible participar en los paseos conjuntos que organiza la asociación todos los sábados a las 17.00 horas, con una duración de una hora y media, aproximadamente. Del mismo modo, algún día festivo se organizan también salidas que se anuncian en el perfil de Facebook de la asociación.
PPP. Uno de los problemas a la hora de pasear lo sufren los perros de razas consideradas potencialmente peligrosas. De este modo, solo pueden sacarlos a pasear personas con una licencia específica para ese tipo de razas. "Tenemos 16 perros de este tipo en el refugio y cuesta más encontrar alguien que los pasee. Hemos creado un grupo de WhatsApp de voluntarios con esta licencia para turnarnos. Esta semana, por ejemplo, hemos conseguido sacar a 12 de los 16", cuenta Gloria Cubas.
Los cambios en lo que se refiere a la relación con las mascotas con la llegada de la covid empezaron a notarse en el propio confinamiento, y no siempre fueron para bien. "Había personas irresponsables que llegaron a llamarnos para decir que se prestaban a acoger a un perro solo durante el confinamiento, porque eso les permitía salir a la calle", cuenta Gloria Cubas. Sin embargo, el colectivo paralizó las adopciones durante el tiempo que duró el encierro para evitar entregas de mascotas a personas que no asumirían la responsabilidad de su cuidado más allá del parón de la primavera.
