La hostelería empieza a ver luz al final del túnel con la apertura hasta la una de la madrugada

Desde el viernes mesones y taperías ya pueden servir cenas hasta la una en Galicia, como los restaurantes 
Ambiente en las plazas de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Ambiente en las plazas de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Los hosteleros de la Boa Vila empiezan a ver la luz al final del túnel. La ampliación del horario de cierre de los establecimientos, independientemente de si tienen licencia de restaurante o no, se ha recibido con satisfacción y cautela a partes iguales en uno de los sectores más perjudicados por la crisis sanitaria.

Y es que restaurantes, mesones y taperías pueden abrir sus puertas hasta la una de la madrugada en la comunidad gallega desde la pasada noche siempre que sea para servir cenas, según el acuerdo alcanzado por el comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia de covid-19 en su reunión del pasado jueves.

Aunque en un principio esta medida iba a entrar en vigor este sábado, finalmente se adelantó con el objetivo de evitar situaciones como que una tapería tuviese la obligación de cerrar a las 23 horas y a medianoche, al entrar en vigor la última modificación, pudiese abrir de nuevo. Con el objetivo de evitar "el solapamiento de normas e inconvenientes en la interpretación correcta" de las nuevas directrices sanitarias, la Xunta articuló una solución jurídica que quedó ratificada en la orden del Diario Oficial de Galicia (DOG) del viernes. 

"Acogemos este nuevo cambio con muchas ganas y muy contentos. Estamos dando pasos hacia la normalidad, que es lo que llevamos reclamando tanto tiempo", manifestó este viernes Elena Vitoria , secretaria de la asociación de hosteleros de Pontevedra, Poio y Marín (Hoempo). "De todas maneras debemos cogerlo con cautela e ir con mucha responsabilidad para que no acabemos dando pasos hacia atrás", añadió.

Vitoria valoró la "buena respuesta" por parte del público desde que la Xunta empezó a abrir la mano con la hora de cierre de los restaurantes. "La gente quiere salir, quiere socializar y nosotros queremos abrir y ofrecerles nuestros servicios. Se nota un avance importante y es una buena noticia", manifestó la representante de los hosteleros locales.

ESPERANZADOS. Plazas llenas de vida con todas las terrazas ocupadas en mesas de hasta seis personas y colocadas con suficiente distancia para evitar aglomeraciones es lo que se vivió en la tarde noche en el centro histórico de Pontevedra. Aunque se dio la circunstancia de que algunos hosteleros desconocían el cambio en la normativa de última hora. Pese a todo, fueron muchos los que recogieron reservas para la noche y se animaron a servir cenas al cumplir con los requisitos que marca la Xunta. A primera hora de la noche se registraron menos grupos de jóvenes que en el primer fin de semana tras el estado de alarma y "muchas ganas de tomar algo al aire libre", señaló un camarero de la Praza da Verdura.

Algunas taperías como Chiruca (calle Figueroa) se animaron a ampliar el horario en el primer día. Su propietaria aseguró contar ya con reservas para todo el fin de semana. "Estábamos esperando que nos ampliasen el horario como agua de mayo", señaló Manuela González. "Ha sido un año difícil, pero vemos que las cosas empiezan a cambiar. En Pontevedra el verano siempre es bueno y con las ganas que hay de compartir una cena al aire libre con los amigos estamos convencidos de que este año también lo será", añadió la empresaria.

Muy satisfechos se mostraron también los hosteleros de la Taberna Zentola (Paio Gómez Charino), que abrirán por primera vez con el horario ampliado, ya que estaban a la espera de recibir un medidor de CO2 que obliga la normativa. Eso sí, aseguran que ya cuentan con reservas para dentro de una semana. "Estamos preparando todo para poder abrir con todas las medidas que marca la Xunta", manifestó José Manuel López. "Al no tener licencia de restaurante a nosotros nos tocó esperar un poco más", concluyó el hostelero. 

Los medidores de CO2, las reservas y los registros, obligatorios para todos

Con la entrada en vigor de la nueva normativa, los mesones y taperías que quieran servir cenas hasta la una de la madrugada deberán contar con medidores de la calidad del aire con el objetivo de garantizar una "correcta ventilación del local". Los medidores tendrá que mostrar los niveles de CO2 en tiempo real, además de llevar un registro de clientes que se deberá custodiar durante un mes. Por otra parte, como ya están haciendo los restaurantes, las cenas se servirán con reserva previa.

OCIO NOCTURNO. Los locales que todavía permanecen a la espera de poder iniciar su desescalada son los de ocio nocturno. Será el 12 de junio cuando se realice la prueba piloto con la que se prevé comprobar su viabilidad. Se realizará en dos discotecas y cuatro pubs gallegos —entre ellos La Pomada, en Pontevedra— y la ocupación de los locales no podrá superar el 50% en el interior y el 75% en terrazas y espacios al aire libre. Los locales también deberán contar con medidores de CO2 y normas como el uso de la mascarilla o el registro de clientes. 

790 negocios en Pontevedra
El sector hostelero cuenta con un total de 790 establecimientos. Esta cifra incluye bares, cafeterías, restaurantes, hostales, hoteles y alojamientos, según la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía, que ven mejoradas sus condiciones con la relajación de las medidas, a excepción del ocio nocturno que sigue cerrado.

7.256 son los autónomos dedicados a la hostelería en la provincia y 16.965 trabajadores por cuenta ajena en el sector, lo que implica que estos locales dan trabajo a 24.491 personas, es decir, un 5,2% del total del empleo de la provincia.

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