La hostelería pontevedresa se resigna ante la suspensión de la Feira Franca

La asociación de empresarios pronostica que el cierre de locales "por la crítica situación" tendrá continuidad en los próximos meses
Participantes en la pasada edición de la fiesta medieval en uno de los numerosos puestos instalados. RAFA FARIÑA
photo_camera Participantes en la pasada edición de la fiesta medieval en uno de los numerosos puestos instalados.

La cancelación de la Feira Franca 2020 se sumó el pasado lunes a lista de varapalos que, este año, lastran la hostelería pontevedresa. La noticia llegó en un momento "muy duro" para los empresarios del sector que, poco a poco, trataban de digerir las nuevas restricciones derivadas de la propagación de los contagios por coronavirus, como el cierre obligado a la una de la madrugada, la prohibición de admitir a clientes a partir de las 0.00 horas, la limitación a diez personas de los grupos de comensales o el cierre del ocio nocturno.

El sentimiento generalizado de la hostelería pontevedresa podría definirse en estos momentos como agridulce. "La suspensión de la Feira Franca supone un varapalo enorme para nuestro establecimiento", afirma Rubén González, propietario de El Cafetín de Pontevedra, uno de los locales hosteleros con mayor nivel de facturación durante la festividad medieval, al ubicarse en plena Alameda. "Nos enfrentamos a pérdidas muy graves; pues, entre comidas y cenas, solíamos atender a casi 300 comensales el día de la Feira Franca" constata. Pese a este duro golpe, el hostelero entiende que "debe primar el sentido común" y, ante el avance de la pandemia, piensa que "la resignación y el respeto a las restricciones es la única alternativa", pues, desde su experiencia, considera que "la hostelería no podría recuperarse de otro cierre obligado a causa de un nuevo rebrote".

En cuanto a los preparativos de la festividad, el hostelero celebra "haber sido cauto". "Por estas fechas, el año pasado, ya estábamos completos, teníamos todo el material preparado para el despliegue de mesas y los menús ya pensados. La incertidumbre de estos meses nos llevó a decidir no comenzar los preparativos hasta que la celebración se confirmase, ya que si hubiésemos hecho ya algún desembolso, las pérdidas serían aún mayores": Rubén asegura que la sociedad pontevedresa se comporta "con prudencia", dado que "las ansias de celebración son pausadas", pues todavía no habían cerrado ninguna reserva.

Rodrigo Quintás, propietario de Vetula Ponte, lamenta la decisión de suspender la feira medieval. "Para mi local esta medida se cuantifica hasta en un 50% de pérdidas", indica el hostelero. "La Feira Franca era un evento muy positivo para todos los locales de la ciudad, no solo para los negocios hosteleros. Los ingresos de ese día nos permitían encarar de forma más relajada la llegada del otoño, cuando el nivel de negocio baja considerablemente", explicó. Sin embargo, la resignación vuelve a ser el sentir generalizado. "Preferimos perder un día de negocio, antes que varios meses en el caso de que la pandemia vuelva a descontrolarse", confiesa.

La parte positiva, dentro del caos que vive el sector, la explica Javier Fernández, propietario del bar El Pitillo. "El lado bueno de todo esto es que se espera que, asumiendo las medidas y restricciones impuestas por las administraciones, la situación comience a mejorar. Asumo la suspensión de la Feira Franca si en lo que va a derivar es en un mayor control de la situación", declara Fernández.

En cuanto al futuro más inmediato, todos los hosteleros muestran su "profunda preocupación" ante el temido cierre de establecimientos si la situación económica empeora. Así lo denunció Rubén González, quien además de propietario del café-bar Cafetín, forma parte de Hoempo, la Asociación de Hosteleros Empresarios de Pontevedra. "Tiene que primar la solidaridad entre todos los empresarios del sector. Debemos ayudarnos porque las medidas, aunque afecten más a unos locales que a otros, perjudican a la hostelería en general", constata el empresario.

CIERRE DE LOCALES. Por su parte, Víctor Pampín, presidente de Hoempo, confirma que "ya ha habido locales que han tenido que echar el cierre" y desde la asociación se prevé "que sean más en los próximos meses". Pampín considera que la situación que vive a día de hoy la hostelería "es crítica", y que sin el apoyo de las administraciones, "a modo de créditos o subvenciones", "va a ser difícil" que puedan sobrevivir.

El presidente de Hoempo considera que "los locales de hostelería son ahora más seguros que nunca", tras retornar su actividad después del confinamiento con inversiones para que así sea, a lo que suma que, en el día a día, "controlan todo lo que pueden el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias", para evitar la propagación de los contagios por Covid-19. Sin embargo, la curva de contagios sigue creciendo y motivando nuevas medidas, que los profesionales entienden y asumen, pero exigiendo alternativas al quebranto económico que sufren.

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