Los hosteleros confían la primera quincena de julio a las reservas de última hora

Los establecimientos turísticos apuestan por competir en seguridad y calidad y no en precio
Imagen de bañistas en la playa de Silgar. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Imagen de bañistas en la playa de Silgar, este sábado. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Las Rías Baixas se preparaban este sábado para recibir a los turistas en una temporada atípica con menos reservas de lo habitual y playas lejos de estar llenas. Ni atascos ni problemas para aparcar en los arenales, sino una calma poco habitual en el primer fin de semana del verano. El fin del estado de alarma en todo el territorio desde hoy, lo que implica el cese de las restricciones de movilidad, no ha animado las reservas por lo de ahora, tal y como indican los empresarios del sector turístico. La ocupación crece, pero a cuentagotas. Los alojamientos no disponen de estimaciones de pernoctaciones por ahora y confían las primeras semanas del verano a las reservas de última hora.

"La gente está llamando pero todavía no confirma, muchos porque tampoco saben muy bien en qué situación estarán en su trabajo, si podrán teletrabajar, si continúan en Erte, si pueden disfrutar del mismo período de vacaciones", explicaba este sábado la presidenta de los propietarios de viviendas de uso turístico de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín, que asegura que el nivel de ocupación para las próximas semanas es bajo. Es una conclusión que extrae de conversaciones con propietarios, pero sin datos exactos, ya que las reservas de último momento están a la orden del día.

Se esperan visitantes del norte de España y Madrid principalmente, mientras la afluencia de viajeros portugueses será menor a la de otros años 

La variación de las medidas, que se iban ajustando a la situación epidemiológica, hace que algunos negocios todavía no estén a punto para abrir. "Muchos establecimientos tenían previsto abrir entre la semana que viene y el 1 de julio, así que la activación se irá notando poco a poco esta semana", explicaba Alfonso Martínez, presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS). La previsiones para agosto son mejores que las de julio, "muy por debajo de los niveles del año pasado". Aún así, desde Aviturga afirman que todavía es posible salvar el verano.

Una de las principales estrategias es mantener niveles de seguridad e higiene óptimos, compitiendo en calidad de servicios y no en precios. Sin embargo, existen ya ofertas de establecimientos turísticos que rebajan los precios al máximo para captar clientela durante la primera quincena de julio, que se presenta más floja.

La baza de Sanxenxo, epicentro del turismo en las Rías Baixas, es contar con los de siempre, el turista fiel que vuelve cada año, ya sea a hoteles o a segundas residencias. Además, las viviendas de uso turístico toman un especial impulso en plena pandemia, con un crecimiento del 25% desde 2019 y un total de 1.830 viviendas de este tipo registradas solo en Sanxenxo.

El fin del estado de alarma supone el fin de las restricciones de movilidad entre comunidades desde este domingo

La presencia de turistas de otros puntos de Galicia era ya palpable este sábado en el concello de O Salnés y este domingo se abre también la llegada de viajeros de toda España. Según explica Aguín, el origen de la mayoría de turistas es de comunidades del norte de España y de Madrid. "Los portugueses este año todavía no están reservando, creemos que se van a quedar en su país", cuenta.

Junto a las viviendas de alquiler turístico, viven un verdadero boom las casas rurales, que ya a principios de este mes tenían completa casi toda la temporada de verano, especialmente las situadas en zonas de interior y con piscina. Por otra parte, el sector de los hoteles nota que las reservas llegan más lentamente, tal y como explica la presidenta de los hoteleros de Pontevedra, Paula Lourido. "Hace una semana la ocupación para julio estaba en un 15%, ahora mismo habrá subido algo, pero va muy poco a poco", cuenta recordando que las previsiones para 2020 eran de récord antes de la pandemia. En el mismo sentido que los empresarios del turismo de Sanxenxo, confía en que todavía lleguen reservas de última hora, "pero sigue siendo poco comparado con el año pasado", termina.

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