Con sogas al cuello. Así se presentaron los manifestantes del sector de la hostelería que se concentraron este lunes ante las dependencias de la Xunta de Galicia en Campolongo. En una protesta que aunó a cientos de empresarios y trabajadores del sector, la hostelería volvió a reclamar que los cierres por la situación sanitaria vayan acompañados de más ayudas.
Lo hicieron vistiendo de luto, recreando una muerte simbólica del sector, con enérgicos golpes de cacerola y con lemas que resonaron entre las 11.00 y las 12.00 horas. "Todos somos hostelería", "queremos traballar" o "non somos o problema, somos a solución" fueron algunos de los gritos que repitieron los manifestantes.
"Cada vez nos sentimos más presionados, nos lo están poniendo muy difícil culpándonos de esta situación cuando hay estudios que dicen que la hostelería no es un foco de contagio", explicaba durante la protesta Víctor Pampín, presidente de Hoempo, la entidad que convocaba la protesta. En este sentido, los manifestantes reivindicaron la hostelería como espacio de socialización seguro frente al contexto privado, donde las medidas se relajan y hay una falsa sensación de seguridad. "No somos un problema, somos la solución. Siempre hemos cumplido, hemos insistido a nuestros clientes, pero siguen señalándonos como culpables de los contagios", explicaba Pampín. El manifiesto leído por una de las integrantes de la asociación incidía también en este aspecto, de modo ponía de relieve las inversiones y la formación que habían realizado los empresarios del sector para cumplir con la normativa mientras la Xunta les obliga a cerrar.
"Pedimos ayudas porque no nos dejan trabajar", insistía el presidente de Hoempo, que recalcó que las anunciadas por la Xunta son insuficientes. Del mismo modo, los empresarios hacen un llamamiento a las administraciones para que suspendan tasas e impuestos. Los manifestantes recordaban este lunes que el sector da trabajo a numerosas familias.
En la movilización participaron también hosteleros de Poio y Marín, integrados desde hace unas semanas en Hoempo, que adquiere carácter comarcal. Del mismo modo, la Plataforma de Afectados Covid se unió a la protesta, incluyendo también a pequeños comerciantes y a empresarios del sector de las agencias de viajes.
Del mismo modo, tanto el próximo lunes, 23 de noviembre, como el siguiente, 30 de noviembre, tendrán lugar dos manifestaciones desde la sede de la Xunta en Pontevedra hasta el Concello. Ambas saldrán a las 11.00 horas.
Además, se celebrarán movilizaciones en Poio y está previsto llevar a cabo una caravana de protesta conjunta de hosteleros por los municipios de Marín, Poio y Pontevedra para la cual todavía no hay fecha fijada.
EN LA UCI. El estado de salud del sector de la hostelería en la ciudad "no es grave, es crítico, estamos en la Uci", tal y como denunció Pampín este lunes. Así, quienes se reunieron ante la Xunta recordaron que el cierre de noviembre será definitivo para muchos si no se rescata a los bares y restaurantes tras un año pésimo. "La mayoría de nosotros está al límite", explicó Pampín, que ya no confía en la campaña de Navidad. Por su parte, Jacobo Barragán, uno de los portavoces de la Plataforma de Afectados Covid, explicó que "el ánimo lo tenemos en el subsuelo".
Durante la lectura del manifiesto, los hosteleros explicaron que nunca habrían imaginado el actual escenario, "ni en nuestras peores pesadillas". Así, denunciaron que las medidas tomadas implican "una asfixia lenta" que sume en "el abismo de la pobreza" tanto a los empresarios y trabajadores como a sus familias.
