Los hosteleros y vecinos de la zona vieja aplauden la vuelta del 'botellódromo'

Los pontevedreses creen que reabrirlo evitará las aglomeraciones en el casco histórico, pero algunos aseguran que seguirá habiendo altercados
Clientes en la terraza de un local de la hostelería pontevedresa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA (ADP)
photo_camera Clientes en la terraza de un local de la hostelería pontevedresa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA (ADP)

La decisión de reabrir el botellódromo del Recinto Feiral ha sentado bastante bien en la ciudad. La gran parte de los hosteleros y vecinos pontevedreses aplauden esta medida y creen que con ella se pondrá bien a los botellones que, cada fin de semana, se celebran en el casco histórico.

Unos botellones que generan numerosos conflictos en la zona vieja. Además de la suciedad que ocasionaba esta práctica, había también un gran problema de convivencia.

Los vecinos se quejaban últimamente de los ruidos que los jóvenes hacían durante toda la noche, interfiriendo así en sus horas de sueño. Por no hablar de los hosteleros, ya que las aglomeraciones de jóvenes en las calles dificulta el poder llevar a cabo su trabajo con normalidad.

ALTERCADOS. A pesar de que la gran parte de la ciudadanía ve positivamente el regreso del botellódromo, algunos vecinos están convencidos de que esta medida no solucionará los altercados que sufren casi cada semana en sus viviendas. El último de ellos, el registrado la pasada noche del lunes en una casa situada en el entorno de la calle Enfesta de San Telmo.

Una vecina, de más de 90 años, se despertó con la puerta de su domicilio completamente destrozada. "Nos avisó un vecino por la mañana de que habían reventado la puerta. Es que estaba totalmente abierta", asegura el nieto de la afectada. "En la zona no hay vigiliancia y hemos solicitado al Concello mil veces que instalen cámaras, porque cada semana hay botellón y hacen pintadas", añade.

El afectado está convencido de que "con la reapertura del botellódromo no se eliminan estos problemas, esto se soluciona con videovigilancia y con mano dura".

Miguel Lago, CCU Zona Monumental

El presidente de CCU Zona Monumental, Miguel Lago, asegura que reabrir el botellódromo es "muy sensato, porque la situación en la zona se estaba yendo de las manos".

En este sentido, Lago asegura que cada semana "había vandalismo y gritos" y lamenta que, con ello, "la imagen de la Zona Monumental se volvió a deteriorar".

César Sánchez, propietario del Chester

El hostelero César Sánchez cree que esta decisión "era necesaria", ya que "en los últimos meses se estaban agrupando demasiados chavales bebiendo en la calle y eso no era bueno ni para los vecinos ni para nosotros".

El dueño del Chester espera que el botellódromo "de más facilidades a la Policía y la situación esté más controlada".

Jacobo Rivas, dueño del Envero

El propietario del Envero asegura que lo que ocurrió en las últimas semanas con los botellones "fue un escándalo" y reconoce que "teníamos miedo que la gente dejase de venir por culpa de eso".

En cuanto a la reapertura del botellódromo, Jacobo Rivas cree que "será más sencillo así y evitaremos que haya gente vomitando en la puerta de nuestros locales".

Carmen Vázquez, vecina

La reapertura del botellódromo ha sentado bien a gran parte de los vecinos. Es el caso de Carmen Vázquez, que cree que "a algún lugar tienen que ir los jóvenes" y, al menos "allí no molestan".

Esta vecina reconoce que los botellones en el centro "generan ruído, molestan a los vecinos y no dejan dormir", por lo que el Recinto "es un buen sitio para ellos".

Estefanía Soliño, vecina

Estefanía Soliño vive en el entorno del Pazo de Mugartegui y cree que reabrir el botellódromo "no va a evitar que haya aglomeraciones por el centro".

Además, esta vecina cree que "no es el momento" de que vuelvan a permitirse los botellones. "No me parece normal, con la pandemia que hay, volver a permitirlo no tiene lógica" afirma.

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