La huelga resta cinco puntos al PIB de Pontevedra

El paro golpea a la cadena alimentaria, la construcción y el metal
Piquete informativo durante el paro de los transportistas. EFE
photo_camera Piquete informativo durante el paro de los transportistas. EFE

Entre los 1.000 y los 1.500 millones de euros. Esa es la estimación que la patronal realiza sobre los costes del paro del transporte en los sectores más afectados de la provincia de Pontevedra, principalmente toda la cadena alimentaria (desde la ganadería o la pesca hasta la transformación y la distribución), la construcción o las firmas del metal, si bien estos dos últimos ramos de actividad acusaron también el encarecimiento de las materias primas y la ausencia de suministros en una especia de tormenta perfecta que las empresas temen que provoque consecuencias mayores a medio plazo.

La cifra que se maneja en los cálculos patronales equivale a casi cinco puntos del PIB provincial, pero la huelga del transporte podría arrastrar más consecuencias, porque según los empresarios el reinicio de los procesos de fabricación en muchos sectores, unido a la crisis inflacionista y de materias primas, está ya provocando ajustes en la producción que en algunos casos derivarán en Erte. De hecho, los mismos empresarios temen que la provincia de Pontevedra sea una de las más perjudicadas de Galicia por los expedientes de regulación de empleo, debido a la composición de su tejido industrial y al tamaño de muchas de sus empresas.

Esta consecuencia directa sobre el empleo, según las fuentes consultadas, podría enfriar todavía más los datos de consumo y afectar también a la recuperación de las exportaciones, otro factor decisivo en la provincia.

La buena noticia es la reanudación de la actividad en el transporte, tras dos semanas seguidas de paro en las que Pontevedra fue una de las zonas en las que mayor incidencia logró la convocatoria de paro dentro del noroeste peninsular.

Si el pasado lunes la patronal del transporte calculaba que el 80% de los camioneros retornaron a la actividad, este martes la cifra superó el 90%, de acuerdo con los cálculos del sector.

Entre los miembros de la Plataforma convocante, las estimaciones eran mucho menos optimistas. Sus integrantes hablaban el martes de un paro todavía superior al 30%, si bien admitían una menor capacidad de respuesta.

En los puertos tanto de Marín como de Pontevedra, pese a la presencia esporádica de los piquetes informativos, los camiones regresaron a la actividad casi con normalidad.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra apuntaron también que apenas se registraron incidencias por la acción de los piquetes o por las denuncias de empresas a las que se impidiese realizar sus movimientos por carretera con normalidad.