Hugo y Noa son los nombres preferidos por los pontevedreses

Los registros civiles de la capital y su entorno confirma que elegir apelativos poco comunes ya no está tan de moda como hace años

Familias con niños paseando por las calles de Pontevedra. OLGA FERNÁNDEZ (ARCHIVO)
photo_camera Familias con niños paseando por las calles de Pontevedra. OLGA FERNÁNDEZ (ARCHIVO)

Si entre los nacidos en los 80 en la provincia de Pontevedra los nombres que se repiten con más frecuencia son David, María, Pablo, Patricia, Daniel y Marta, desde el año 2010 hasta la actualidad, los más oídos en las aulas de Infantil y Primaria son Hugo, Mateo, Martín, Noa, Sara y Lucía. Así lo señalan los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales, 34 de cada mil varones venidos al mundo en la provincia en lo que va de década se llaman Hugo y 30 de cada mil niñas llevan por nombre Noa.

El caso de Pontevedra no coincide con el total de Galicia, pues en la comunidad autónoma los apelativos más frecuentes para los nacidos a partir de 2010 son Martín y Sofía; y en España, Lucas y Lucía.

En tierras pontevedresas, además de los ya mencionados, el resto del "top five" masculino corresponde a Mateo, Martín, Pablo y Daniel, con unas frecuencias de entre 32 y 21 de cada mil. En cuanto al ranking femenino, los más comunes son Sara, Lucía, Daniela y Sofía (se llaman así entre 27 y 24 de cada mil niñas).

Como sucede con casi todo, en lo que respecta a los nombres las modas también han ido cambiando a lo largo de los años. De hecho, en los 90 los más repetidos en la provincia eran Adrián, David, Daniel, Pablo y Alejandro; así como Andrea, Laura, Sara, María y Paula. En plena transición, en la década de los 70, los padres pontevedreses ponían a sus hijos José Manuel, Manuel, David y Javier por encima de cualquier otro nombre; y a sus hijas, María del Carmen, Mónica, María José y Ana María. Detrás del cambio de tendencia también está el hecho de que hace años en España solo se admitían nombres cristianos para registrar a los bebés. Es también por este motivo que entre los habitantes pontevedreses que hoy rondan o superan los 80 años (los nacidos en la década de los 30), abundan principalmente Antonio, Francisco y Jesús, además de los ya citados Manuel y José; y entre las mujeres, junto a los tan frecuentes Carmen y María, se repiten sobre todo Dolores y Josefa, que hoy en día apenas se utilizan para inscribir a casi ninguna pequeña en el Registro.

En Galicia, al igual que el resto de España, la inscripción de nombres está regulada, de manera que unos padres no pueden elegir cualquier palabra que se les ocurra.

Según explican en el Registro Civil de Pontevedra, "no se permiten aquellos nombres que den lugar a confusión de sexo o sean ofensivos, con connotaciones negativas que puedan atentar contra la dignididad del niño o niña. A excepción de esos casos, se permite más o menos cualquier tipo de nombre".

Esto significa que, por mucho que se empeñen los padres, un niño no se podría inscribir como Hitler u Osama Bin Laden, por poner algunos ejemplos, pues, aunque pueda parecer que a nadie se le ocurriría hacer algo así, en España hay algunos ejemplos de intentos similares.

Tampoco se pueden usar siglas o acrónimos para inscribir a un bebé, ni nombres de frutas, como si sucede en otros países (la hija de la actriz Gwyneth Paltrow y del cantante Chris Martin, de la banda Coldplay, se llama Apple, que en inglés significa manzana).

En el Registro Civil de Pontevedra señalan que van "mirando caso a caso, pero el tema se ha flexibilizado mucho y en principio no se suelen poner trabas salvo nombres indecorosos o que den lugar a confusión de sexo. De hecho, aquí en Pontevedra los únicos casos en los que hemos indicado a los padres que no podían registrar a su bebé con un nombre fue por este último motivo".

En el Registro del Concello de Poio indican que hace años sí denegaron una inscripción. "Un padre le quería poner a su hijo Free y no pudo", explica una de las trabajadoras del servicio.

Rodríguez y González, apellidos más repetidos
En lo que respecta a apellidos, en los ayuntamientos de Pontevedra ganan la partida los tan habituales Rodríguez (son 40,8 de cada mil habitantes nacidos en la provincia), seguidos, en este orden, por González (38,8 por 
mil), Fernández, Martínez, García, Pérez, Álvarez, Alonso, López e Iglesias.

Hace unos años Huerta del Rey, en la provincia de Burgos, consiguió inscribirse en el Libro Guinnes de los Récords como el pueblo con los nombres más raros. el repertorio que le valió tal reconocimiento incluía casos como Filogonio, Auda, Maerino, Marceonila, Plautila, Eufronia, Evilasio, Gláfida, Filadelfo, Walfrido, Sindulfo, Burgundófora, Firmo, Aniceto, Marciana, Alpidia, Ercilio, Tobías, Rolando, Ludovico o Especioso, entre otros ejemplos llamativos.

Ahora ya es más normal encontrar a algún Iván y otros nombres más comunes, pues la tradición de registrar a los hijos con apelativos tan poco comunes ha ido perdiendo terreno.