Tres húngaros y un portugués, primeros peregrinos del año en el albergue

El Xacobeo permitió la reapertura de las instalaciones de la calle Otero Pedrayo tras constatar que el riesgo de desplome del muro de contención no afecta a la estabilidad del edificio

Un peregrino portugués rellenando la documentación para pasar la noche en el albergue de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Un peregrino portugués rellenando la documentación para pasar la noche en el albergue de Pontevedra. DAVID FREIRE

El albergue de peregrinos de Pontevedra reabrió este martes sus puertas después del parón forzoso de Navidad. Aunque la instalación cierra durante las vacaciones navideñas por cuestiones de mantenimiento, la clausura se prolongó este año más de lo debido como consecuencia de un imprevisto: el riesgo de desplome del muro de contención.

La Asociación de Amigos do Camiño Portugués, que es la encargada de gestionar el edificio, regresó a su actividad tras recibir los permisos necesarios del Xacobeo. El organismo gallego, dependiente de la Xunta, autorizó la reapertura del centro al considerar que el mal estado del muro no compromete la estabilidad del albergue.

La zona afectada por el mal estado de esta estructura, cuyas piedras se han desplazado como consecuencia del agua, está justo encima del jardín. "De todas formas pondremos unas vallas de protección para que los peregrinos no se acerquen al lugar", explicó el presidente de los hospitaleros, Celestino Lores.

Los voluntarios que forman parte de esta fundación, recordó Lores, estarán atentos "a cualquier movimiento que observemos por si hay que volver a cerrar".

Tras haberse normalizado la situación, el albergue de Pontevedra recibió el martes a sus primeros peregrinos de 2018. Eran tres caminantes procedentes de Hungría y un cuarto que venía de Portugal. "Los húngaros tenían más de 50 años y el portugués era un veinteañero", apuntan los voluntarios de la instalación, que este año cumplen su 25 aniversario como asociación.

CIFRAS RÉCORD. El cierre del centro obligó a muchos usuarios del Camiño Portugués a alojarse en establecimientos alternativos, como hoteles o pensiones.

La ruta lusa sigue atrayendo a cada vez más personas. En 2017, volvió a batir un nuevo récord tras contabilizarse 65.951 peregrinos, un 21% más que durante el año anterior. Solo uno de cada cuatro, 13.647 en total, se alojó en el albergue.

La mayor parte de las personas que eligen el itinerario portugués son del país vecino. Le siguen las de nacionalidad española, alemanes, italianos y polacos. También están creciendo las visitas de Estados Unidos y de Asia, principalmente de Corea del Sur, Japón y Tailandia.

CALLE CORTADA. A pesar de la reapertura del albergue, la calle Otero Pedrayo permanecerá cortada al tráfico peatonal y rodado.

La prohibición de tránsito se mantiene como consecuencia del riesgo de desplome del muro de contención de la instalación. La Xunta desmontará la estructura piedra a piedra para corregir los problemas. La obra está en fase de contratación.

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