Dicen los expertos que hay que hilar muy fino con la inteligencia artificial, porque a veces se sobreemplea este término. Advierten también de que su aplicación en la empresa todavía está en pañales y de que su coste no es apto para todos los bolsillos, pero si hay algo innegable es que esta tecnología ha dado el salto a la patronal pontevedresa y que avanza a velocidad crucero.
Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al primer trimestre de 2023, reflejan que el 7,4% de las empresas gallegas con más de diez empleados utilizan IA y que lo hacen tanto para cuestiones "secundarias", como puede ser la identificación de objetos por imagen, como para asuntos capitales, como la planificación del proceso de producción.
"Es una tecnología escalable"
Roberto Pérez, gerente del Clúster TIC de Galicia, afirma que el porcentaje autonómico de empresas que emplean la IA es "extrapolable" a la provincia y que, si bien ahora mismo gran parte de las tecnologías están orientadas a recopilar e interpretar datos, muchas empresas "están en el punto de salida" para emplear más a fondo la inteligencia artificial.
De entre todos los sectores, las del ramo industrial son las que están sacando más jugo a los avances. Sin embargo, el gerente del Clúster asegura que la IA "es una tecnología escalable" que se irá permeabilizando cada vez más hacia el resto de áreas, desde el sector primario al último eslabón de la cadena comercial. ¿Ventajas? Un buen puñado, pero si hay que destacar alguna es su capacidad para "optimizar" el funcionamiento y los resultados de una empresa y, al contrario de lo que muchos temen, "teniendo en cuenta el factor humano". "Las personas no se quedan atrás, sino que la IA les ayuda a ser más eficientes", defiende Pérez.
"Muchas empresas la emplean sin saberlo"
El grupo de trabajo de inteligencia artificial de la Asociación de Empresas de tecnología de Galicia, INEO, indica que en estos momentos es difícil cuantificar con exactitud el número de empresas pontevedresas que emplean la IA, pero que muchas ya la utilizan "sin saberlo", ya que un elevado porcentaje de proveedores de servicios la están incorporando para mejorar sus prestaciones.
Entre ellas, destacan aquellas que emplean herramientas de recopilación y análisis de datos para orientar sus decisiones, reducir costes u optimizar resultados, pero en realidad la IA engloba multitud de diferentes estrategias y técnicas. Por ejemplo, la computación cognitiva (que emula procesos parecidos a los del pensamiento humano), la "data science" (que estudia datos con el fin de extraer información significativa), la "machine learning" (aprendizaje automático) o el deep learning (aprendizaje profundo basado en algoritmos). "La inteligencia artificial no sólo es ChatGpt", subrayan desde INEO.
La aplicación en la práctica depende de los objetivos de la compañía pero se usa, entre otras cosas, para desarrollar marketing personalizado, mejorar la gestión logística, optimizar los procesos industriales o incluso localizar "nuevos compuestos y materiales" en campos como la investigación médica o la industria aeroespacial.
El grupo de trabajo de INEO predice que el uso de la inteligencia artificial "seguirá aumentando de forma exponencial", ya que la capacidad de cómputo es cada vez mayor, los avances en algoritmos son constantes y la red 5G promete continuar su expansión, lo que aumentará la velocidad y capacidad de conexión. Además, sus integrantes subrayan que uno de los principales impulsores de la IA es la Administración Pública y que en Galicia ya se ha elaborado un borrador de una ley centrada en esta tecnología, "lo que nos confirma que la IA tendrá un gran impacto en nuestras vidas".
"Será más fácil formar a un programador que a un fontanero"
Daniel Prieto, doctor ingeniero industrial y presidente de Ageinco, el Clúster de Ingeniería de Galicia, lleva años siguiendo de cerca los pasos de la inteligencia artificial y afirma que "en breve será como el Excel del siglo XXI". "Dentro de dos años todos trabajaremos con ella de una manera sencilla, como si fuera una herramienta más del Microsoft Office", asegura.
Recientemente ha tenido la oportunidad de conocer una plataforma que es capaz de identificar visualmente un producto y gestionar su venta simultánea entre un millón de clientes al mes, agendando incluso reuniones con distribuidores. La cifra excede de forma brutal la capacidad de cualquier call center pero, según este experto, la IA "no es una amenaza" para la mano de obra humana, sino que simplemente provocará cambios en su modo de funcionamiento. "La usabilidad de estas herramientas es tremendamente básica. Probablemente se eliminarán trabajos repetitivos, pero se abrirán más oportunidades de las que se cierren. Formar a un programador o a un usuario de herramientas de IA será más fácil que formar a un fontanero", afirma.
El experto añade que en realidad esta tecnología comenzó hace 70 años, pero que la gran evolución se ha experimentado ahora "por la capacidad de computarización" que han adquirido las nuevas tecnologías. Por sectores, asegura que ahora mismo en la industria donde se está empleando más la IA es en la previsión de la demanda, la optimización del stock, la planificación de la producción o el análisis de los equipamientos. En el campo de los servicios subraya la capacidad para analizar tendencias en las redes sociales y desarrollar la estrategia comercial y en la construcción afirma que el desarrollo es más contenido, pero que la IA ya se emplea para "calcular estructuras". Toda una revolución digital.
La vendimia 4.0. ya emplea drones y robots
Bodegas Terras Gauda es una de las compañías de la Denominación de Orixe Rías Baixas que están explorando y comprobando los beneficios de incorporar la inteligencia artificial al proceso productivo. Los últimos ensayos los ha llevado a cabo en la vendimia de este año, para la que ha desplegado una flota de robots de tierra y drones con distintas funciones.
El director enológico, Emilio Rodríguez Canas, explica que uno de los proyectos consiste en la detección y tratamiento de posibles enfermedades en los viñedos. Como punto de partida se ha escogido la botrytis, por ser una de las más visibles, y el proceso es tan sencillo como espectacular. Los drones, dotados de cámaras multiespectrales y entrenados con algoritmos, sobrevuelan la zona de cultivo y cuando detectan una zona con riesgo de sufrir este tipo de hongos dan una orden a los robots de tierra con visión artificial para comprobar ‘in situ’ si el aviso es real. En este punto se abren dos posibilidades: el envió automático de otro robot con brazo articulado para aplicar tratamiento o, en su defecto, la derivación de un operario para examinar a tiro fijo las zonas señaladas.
Otro de los proyectos testados es el uso de robots de tierra para facilitar la recogida de la uva en la vendimia. Rodríguez matiza que los robots siguen al vendimiador, situando la caja de recogida a la altura exacta y trasladándola a la zona donde están los remolques que viajan a bodega. Dicha tarea reduce enormemente el esfuerzo del operario, ya que cada caja completa puede alcanzar los 20,5 kilos, pero además supone un importante recorte de tiempos, porque los robots están sincronizados para que en todo momento el vendimiador tenga a mano un recipiente disponible.
Ambas iniciativas forman parte del proyecto de cooperación internacional FlexiGrobots, que a su vez se enmarca en el Horizonte 2020, el mayor programa de investigación e innovación desarrollado hasta la fecha en la Unión Europea.
FUTURO. Los drones fueron aportados por la Universidad de Wageningen (Holanda), la robótica fue facilitada por el CSIC y el software por Seresco, una empresa asturiana. El proyecto termina en diciembre y la maquinaria ya ha abandonado O Rosal, pero el director enológico avanza que la empresa, puntera en I+D+i, incorporará la inteligencia artificial, "porque estamos teniendo muy buenos resultados".
La inspección aérea reduce considerablemente el tiempo que se dedica a la supervisión a pie y, además, la tecnología testada permite reducir a la mitad las zonas de tratamiento, con los consecuentes beneficios económicos y medioambientales. Por el momento, el coste disuade a la compañía de adquirir los equipamientos con sus propios recursos, pero sí ve factible que contratar el servicio a terceros. "Igual que en otras zonas se permite la vendimia mecanizada, puede haber empresas que se encarguen de este trabajo", concluye.
El comercio es cada vez más inteligente
Galvintec, firma TIC del Grupo Alvariño, está especializada en el desarrolllo de software para el comercio electrónico y en los últimos meses ha diseñado al menos dos herramientas que, apoyadas en la inteligencia artificial, facilitan el comercio por las redes. Una de ellas responde al nombre de Moodular y hace que desde una única plataforma las empresas puedan comercializar en distintos marketplaces (como Amazon o Ebay), consultar en tiempo real el estado de los pedidos, y gestionar el inventario e incluso monitorizar los envíos en tiempo real.
Otro de los softwares se llama SmartGecko y optimiza la gestión de los almacenes, permitiendo un mejor aprovechamiento del espacio, un ahorro en los costes de desplazamiento y una mayor precisión a la hora de localizar el producto.
El director de operaciones de la compañía, Moisés Mateo, destaca que la inteligencia artificial dota a las pymes de herramientas "para competir con empresas mucho más grandes". Además, asegura que su intención "no es asustar", pero que la digitalización es una travesía casi obligatoria para las pymes y que la IA es acompañante obligada de ese viaje. "Una empresa que de aquí a cinco años no esté pensando en cómo incorporar la inteligencia artificial en sus procesos de negocio, le va a costar mucho competir. Porque el resto sí lo va a hacer y es una tecnología que permite hacer muchos trabajos tediosos y poco creativos, como puede ser revisar facturas, de una forma muy rápida y con un grado de fiabilidad muy alto".
Mateo afirma, además, que la preocupación por el posible derrumbe de puestos de trabajo a causa de la inteligencia artificial no se sustenta. "Es como cuando los ordenadores sustituyeron a las máquinas de escribir: sigue siendo necesario que alguien le dé a la tecla, la diferencia es que si vas a meter la pata, la IA te pregunta: ¿estás seguro?".
PROYECTOS. La empresa ofrece recursos para distintas necesidades relacionadas con el comercio en red. Por ejemplo, empresas que tienen la necesidad de mejorar el proceso de venta online, a las que facilita la escalada de puestos en el posicionamiento de su producto e incluso mejoras en sus procesos logísticos mediante la inteligencia artificial, "optimizando rutas o seleccionando las compañías de transporte que ofrecen el mejor servicio para cada cliente".
Además, el director de operaciones incide en que el IA permite hacer un "ajuste más equilibrado de precios". ¿Cómo? Evaluando la demanda, la cantidad de pedidos que hay y la oferta que manejan los principales competidores, tres factores con los que el sistema es capaz de "establecer los mejores precios para ser lo más competitivos posibles".
La banca también saca rédito al big data
Coinscrap Finance es otra empresa de Pontevedra que lleva años exprimiendo el potencial de la inteligencia artificial. La firma ha desarrollado un software que, mediante distintas técnicas, es capaz de analizar e interpretar las transacciones bancarias con una velocidad y precisión imposibles de igualar por el ser humano.
El CEO de la compañía, David Conde, precisa que el sistema analiza el texto que acompaña a cada transacción, siendo capaz de identificar a qué se corresponde cada uno de los gastos e ingresos: "si es un pago en un gasolinera, un abono en una tienda de mascotas, una nómina...". Además, la empresa enriquece esta información con algunos atributos, identificando por ejemplo qué gastos son periódicos o a cuánto asciende un ticket medio del supermercado.
Como resultado, la empresa ofrece a bancos y entidades financieras una información desglosada que les permite "montar sus casos de uso" y personalizar la oferta de productos financieros. "Si se detecta un ingreso muy alto puede ser buen momento para proponer una inversión, si se localiza un pago de guardería puede dar pie a un seguro de vida (...) o si se halla una baja capacidad de ahorro puede servir para ofrecer préstamos".
La empresa lleva tiempo empleando las técnicas de procesamiento del lenguaje natural (que confiere a las computadoras la capacidad de soportar y manipular el habla) o el aprendizaje automático. Sin embargo, trabaja ya en la incorporación de la inteligencia generativa, para ayudar a la IA a encontrar el dato más correcto para construir una respuesta. Así, cuando el usuario pregunte al sistema cuál es la mejor hipoteca, éste sea capaz de ofrecer la mejor oferta.
La huella de carbono se compensa online
Las ‘startup’ (empresas emergentes de perfil tecnológico) también se han subido al carro de la inteligencia artificial. En Pontevedra destaca, por ejemplo, el caso de Airco2, una firma que ofrece a compañías e instituciones la posibilidad de neutralizar su huella de carbono con las capturas de CO2 que hace la foresta autóctona.
La plataforma, fundada por Máximo Sánchez Táboas y Pío Iglesias, ofrece una solución integral a las dos patas principales del negocio: las empresas, a las que facilita la medición y compensación de sus emisiones, y los propietarios forestales, a los que retribuye por permitir ‘canjear’ las capturas de dióxido que se produce en sus terrenos por "créditos de carbono", uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para compensar la huella de carbono.
Iglesias, responsable de la parte tecnológica, matiza que la IA juega un papel importante a la hora de identificar los gastos que pueden estar relacionados con una emisión (parte en la que colabora Coinscrap). Y avanza que en breve la empresa comercializará una calculadora de huella de carbono que prevé apoyarse en la inteligencia artificial.
El cofundador de la firma (apadrinada por la propia Coinscrap y Qbitia) asegura que el empleo de esta tecnología "reduce en algunas tareas el tiempo de trabajo a la mitad " y que es casi una asignatura obligatoria para cualquier tipo de empresa. El único escollo, según dice, es que hay que permanecer con el ojo avizor "porque los avances son constantes".