Identifican a los presuntos autores del intento de homicidio de Estribela

La Policía Nacional centra sus sospechas en dos personas conocidas de la víctima, que se salvó de morir quemada tras ser introducida en el maletero de su coche, al que plantaron fuego
Estado en el que quedó el vehículo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Estado en el que quedó el vehículo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Aunque todas las hipótesis permanecen abiertas, todo apunta a que lo ocurrido este jueves en la calle Santa Ana de Estribela fue un intento de homicidio. Eso es lo que se desprende de la declaración inicial de la víctima, un varón de 29 años, vecino de Marín, que, completamente desnudo, consiguió salir del maletero de un coche en el que le habían encerrado antes de plantarle fuego.

Siguiendo esa línea de investigación, agentes del Grupo de Delitos Contra las Personas de la Policía Judicial de Pontevedra tienen plenamente identificados a dos individuos de nacionalidad extranjera como supuestos autores de unos hechos que, desde el momento en el que fueron desvelados por la edición digital de este periódico, llamaron la atención en toda la comarca. La detención de estas personas dependerá del testimonio que ofrezca el afectado de forma oficial, una vez que se recupere de sus quemaduras, y de otros indicios que puedan recopilar los policías que se hicieron cargo de las pesquisas.

El suceso se registró antes de las siete de la mañana. Fuentes cercanas a la investigación señalan que la víctima y los presuntos autores del delito se conocían y estuvieron juntos durante la noche antes de lo sucedido, que trascendió una vez que el joven, completamente desnudo, pedía ayuda a los vecinos del barrio, indicando que le habían dado una paliza, incluso, según una de ellas, que le habían violado, antes de introducirle por la fuerza en el maletero y prender fuego a un vehículo que quedó completamente calcinado.

Tras recibir una primera ayuda por parte de los allí presentes, el teléfono de Emerxencias del 112 Galicia activó a todos los servicios precisos en ese momento: los Bomberos de Pontevedra, que tan solo pudieron sofocar unas llamas que ya habían devorado por completo el automóvil, la Policía Nacional, la Policía Local y el 061, cada cual en su cometido.

Los primeros policías en llegar fueron los de la Comisaría de Marín, que consiguieron recopilar algunos datos de boca de la víctima que resultaron de gran interés para iniciar las pesquisas. El herido habló de dos personas e indicó su nacionalidad, señalando que están relacionados con un negocio en la propia villa de Marín. La madre de la víctima confirmó a varias fuentes que su hijo no llevaba una vida demasiado organizada y que se juntaba con gente mala, "tanto de aquí como de fuera". Una segunda pista.

En cuanto al móvil de lo sucedido, todo apunta a un ajuste de cuentas por algún tipo de deuda, bien sea relacionada con el tráfico de estupefacientes al menudeo o el consumo, bien por cualquier otro motivo económico. En todo caso, la Policía Nacional dejó claro al cierre de esta edición que todas las hipótesis permanecían abiertas, tanto sobre la autoría de los hechos como sobre el móvil de los mismos.

El afectado, con quemaduras en ambas piernas y en un codo, fue atendido sobre el terreno por el 061 y trasladado de forma urgente al Hospital de Montecelo. Una vez allí, los médicos decidieron que lo mejor era un nuevo traslado, en este caso al Hospital Juan Canalejo de A Coruña, cuya unidad de quemados es una referencia en la materia y permite ofrecerle el mejor tratamiento posible.

En paralelo a las pesquisas de la Policía Judicial se están desarrollando las investigaciones de la Brigada Provincial de Policía Científica, cuya búsqueda de huellas biológicas de otras personas en el lugar de los hechos, una callejuela sin salida, podrían ser básicas para arrojar luz al suceso.

Precedentes

Los sucesos de este tipo no son frecuentes en Pontevedra, si bien se han producido hasta tres episodios que, por una u otra razón, recuerdan a lo sucedido este jueves en Estribela.

Por orden cronológico, en 2007 se registró el homicidio de los primos Feijoo, que, por una supuesta deuda, fueron secuestrados y aparecieron calcinados en un molino de Cambados.

Tres años después, el narco pontevedrés Bernardo Villaverde Amil desapareció tras entrar en el coche de un conocido. Junto a él se esfumó el famoso Pelopincho. El coche apareció quemado en el entorno de Santiago. Como telón de fondo, una supuesta deuda por drogas con un grupo magrebí.

El último caso conocido lo sufrió otro narco ya fallecido al que le quemaron los testículos.