Los IES de Pontevedra afrontan la vuelta a las aulas con las ratios al límite

El alumnado con materias pendientes volvió ayer a los institutos de la ciudad para realizar los exámenes de recuperación ► La falta de espacios y personal docente impide realizar desdobles y obliga a mantener aulas con hasta 30 estudiantes
Estudiantes a la entrada del IES Valle Inclán. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Estudiantes a la entrada del IES Valle Inclán. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Las ratios a tope, los espacios de siempre y el mismo personal docente. La vuelta a las aulas en tiempos de pandemia no será demasiado diferente a cursos anteriores en lo que se refiere a la concentración de alumnado por aulas. Aunque se implementarán ciertas medidas de seguridad, como la colocación de geles o la obligatoriedad de mascarillas, lo cierto es que sigue habiendo muchos estudiantes para pocos espacios.

Los directores de los institutos de Pontevedra volvían este martes a la actividad, aunque lo cierto es que, de forma extraoficial, muchos llevaban todas las vacaciones dándole vueltas al retorno a las aulas. Este curso, además de preparar la materia, toca hacer cuentas sobre aforos y distancias. Sin embargo, la ecuación no resulta fácil de resolver.

El problema se agrava en determinados centros con mucha concentración de alumnado y cuyas posibilidades de ampliación de espacio son muy limitadas o, directamente, inexistentes. La ratio de alumnos por aula para Secundaria se fija en los 30 alumnos, 33 para Bachillerato. En buena parte de los centros de la ciudad esta ratio está al completo. De este modo, tal y como explica la directora del IES Valle Inclán, "temos a maioría dos grupos de 30 alumnos e as medidas das aulas non dan", cuenta Pilar Freitas. Así, la mayoría de los espacios habilitados para impartir clases en el centro no alcanza los 70 metros cuadrados. "Hai centros nos que se fala de carpas nos patios, pero nós non temos esa posibilidade porque non o temos", apunta.

Sobre la ampliación de espacios, se ha hablado de la posibilidad de habilitar salas como bibliotecas o pabellones para acoger a un mayor número de alumnado, Sin embargo, lo cierto es que estas aulas son también necesarias. "En nuestro centro, por ejemplo, no tenemos patio y los recreos son en el pabellón, no podemos habilitarlo porque no habría lugar para el recreo ni para las clases de Educación Física", explica.

"Estamos tratando de hacer un estudio de nuestras capacidades y, cuando tengamos eso hecho lo comunicaremos a la Xunta"

En aulas pequeñas en las que es imposible mantener la distancia de seguridad con grupos de en torno a 30 alumnos, la solución podría ser crear desdobles, es decir, crear nuevos grupos en cada curso para que haya menos alumnos por aula. El problema, además del espacio de los centros, que necesitarían disponer de varias aulas vacías a mayores, es que tampoco hay profesores suficientes. "Todo el profesorado de nuestro centro tiene las horas completas", apunta David Alvariño, director del IES Frei Martín Sarmiento. De este modo, y a pesar de que todavía no se sabe de forma definitiva el equipo docente de cada centro, la realidad es que habrá pocas diferencias con respecto al curso anterior en los que se refiere a recursos humanos.

"No noso caso, tamén precisaríamos de máis persoal de limpeza", explica la directora del IES Sánchez Cantón, Rocío Viéitez.

Otro problema añadido a las dificultades de ampliación de espacios, es el cambio constante de los protocolos. La última actualización de los mismos llegó a los centros la tarde del lunes, a 16 días de que comenzase el curso escolar. "Estamos tratando de hacer un estudio de nuestras capacidades y, cuando tengamos eso hecho lo comunicaremos a la Xunta", cuenta Alvariño, del Frei Martín Sarmiento, donde el equipo directivo calcula que en torno al 40% de las aulas no podrían acoger al alumnado matriculado cumpliendo con la distancia de seguridad.

"Podemos pensar en reubicar aulas pero, por ejemplo, los alumnos de los ciclos tienen que utilizar los talleres"

Una diferencia de los centros de Secundaria con respecto a los de Primaria, es que, en este caso, será más difícil mantener grupos de convivencia estable. "Hai materias específicas ou optativas nas que coinciden alumnos de varias clases, como ocorre en Valores Éticos", explica la directora del IES Valle Inclán. De este modo, la teoría aplicada a los denominados "grupos burbuja" es más difícil en Secundaria. La finalidad de este tipo de organización es que, al evitar el contacto con otros compañeros, en caso de darse un positivo, solo habría que aislar a los contactos del grupo burbuja. En el caso de los alumnos de institutos, la red de contactos podría ser más compleja.

También preocupa la organización del curso en los ciclos formativos que se imparten en los centros. "Podemos pensar en reubicar aulas pero, por ejemplo, los alumnos de los ciclos tienen que utilizar los talleres", cuenta Alvariño. De este modo, la formación de con contenido más técnico requiere de aulas específicas con mayor dificultad para incluir modificaciones.
 

El personal de la red Galiña Azul se incorpora para preparar los centros
Quienes también volvieron al trabajo fueron los equipos de educadores de la red de escuelas infantiles públicas Galiña Azul. A lo largo de los próximos días mantendrán reuniones con las familias de los alumnos, para comenzar la actividad el próximo 4 de septiembre.

Las reuniones con los padres y madres de los menores se producen tras un parón de casi seis meses a causa de la pandemia y, en estos encuentros previos se tratarán las medidas que se aplicarán desde el próximo viernes.

De este modo, todos los pequeños pasarán por un período de adaptación, aunque ya hayan acudido a la red de escuelas infantiles previamente, debido al largo tiempo en casa. Por otra parte, las entregas de los niños y niñas cambiarán, de modo que se limitarán al máximo las entradas de los familiares al centro. Se mantendrán grupos burbuja con ratios bajas, no se compartirán juguetes entre aulas, las educadoras llevarán mascarillas y habrá que cambiarse el calzado al entrar al centro, entre otras medidas.

Por otra parte, se utilizará lo máximo posible el patio y las aulas tendrán que ser ventiladas con frecuencia. Para ello, con el fin de realizar actividades en exteriores, se les pide a los niños que lleven al colegio katiuskas y chuvasquero.

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