La covid no entiende de confesiones religiosas, por lo que tampoco las iglesias se salvan de las restricciones. Así, desde este sábado los templos de los sesenta municipios afectados por las nuevas medidas tendrán que reducir el aforo a un 25% del total y albergar hasta un máximo de 25 personas a la vez, además de garantizar la distancia entre los asistentes y contar con gel hidroalcohólico para los usuarios.
Por este motivo la parroquia de San José de Campolongo en Pontevedra ha decidido multiplicar los actos litúrgicos. "Entre sábado y domingo tendríamos 700 personas en misa y ahora solo pueden entrar 25 por cada una", advierte el párroco, Casimiro Fernández, que señaló que desde este fin de semana habrá cuatro misas en la tarde de los sábados y vísperas de festivo (18.30, 19, 19.30 y 20 horas), los domingos y festivos se pasa de tres a seis eucaristías (11,11.30, 12.30, 13, 19 y 19.30 horas) y a diario también habrá dos por la mañana (11.30 y 12 horas) y otras dos por la tarde (19 y 19.30 horas).
Pero, además, esta parroquia se apunta a las nuevas tecnologías para estar más cerca de sus feligreses. Así, la misa de los domingos a las 12.30 se emite vía streaming a través de la página de Facebook de la parroquia. Y la catequesis de confirmación se impartirá online a partir de la semana que viene. "Tenemos la última reunión presencial y ya les daremos las claves e indicaremos cómo vamos a hacer durante el tiempo que duren las restricciones", indicó el sacerdote, que confesó estar aprendiendo "a manejarme con zoom". Fernández explicó que la catequesis infantil se realizará en cada casa con la colaboración de las familias. "Cada padre recibirá un material todos los fines de semana para poder darla con sus hijos. Creemos que será así hasta Navidad", señaló el cura de Campolongo.
Otra alternativa pensada para las personas que no quieran acudir a misa es recibir la comunión de 10 a 11 de la mañana y de 6 a 7 de la tarde en la jornada del domingo. "Entran, reciben la comunión y se marchan", señaló Casimiro Fernández.
En la tarde de este viernes se terminaba de disponer los bancos de la iglesia para que cada persona sepa donde sentarse con la distancia de seguridad. A estas medidas hay que sumar la desinfección del templo dos veces al día, que realiza un grupo de voluntarios. Y para quienes no quieran perder la costumbre religiosa de santiguarse al entrar en el templo, se ha colocado a la entrada un dispensador de agua bendita.
SANTA MARÍA. También la basílica de Santa María ha aumentado el número de misas para poder contrarrestar la reducción de aforo que desde este sábado afecta también a las iglesias. Así, de lunes a sábado habrá una eucaristía a las 9.30 horas que se suma a las actuales de las 11 y 20 horas. Los domingos se celebrarán hasta cinco eucaristías (9.30, 11, 12, 13 y 20 horas).
