Si algo caracteriza a la mañana del día 25 de diciembre es la ilusión de los niños abriendo sus regalos de Navidad bajo el árbol. Esa imagen, la de la ilusión infantil, llenó un año más el centro de Pontevedra.
A pesar del frío y el tiempo lluvioso, los más pequeños salieron a las calles este sábado acompañados por sus familiares a disfrutar de sus nuevos juguetes. Y es que a pesar de que en los últimos dos años han cambiado muchas cosas, hay emociones que ni siquiera la pandemia consigue cambiar.