La Basílica de Santa María la Mayor es uno de los mejores ejemplos del gótico gallego, habiendo sido declarada BIC (Bien de Interés Cultural) en el año 1931. También cuenta con la distinción de Real Santuario y está considerado el principal monumento de la provincia.
Si realizamos una visita a la misma nos sorprenderemos de cada rincón de la Basílica y siempre encontraremos algo nuevo que en otras ocasiones había pasado desapercibido a nuestra vista. Fijándonos en la fachada principal orientada al oeste, podremos contemplar uno de los más bellos retablos pétreos que existen en España, siguiendo el estilo plateresco. Esta obra de 1541 pertenece al maestro Cornelis de Holanda y Juan Noble.
En el interior de la Basílica, si nos acercamos a la contraportada de la misma, nos encontramos con una de las obras más originales del templo, además de una serie de imágenes labradas en la piedra. Estas imágenes representan escenas e historias de personajes con los vicios y virtudes de aquellos tiempos, así como referencias a distintos aspectos bíblicos. Tendremos que fijarnos bien en todos los grabados en piedra que aquí existen para descubrir, no sin cierta dificultad, lo que parece ser la primera imagen en relieve de la ciudad.
