DE un buen compañero y entrañable amigo, Pedro San Juan Fernández, que falleció en plena juventud, 22 de diciembre de 2020, dejándonos traumatizados y totalmente desconsolados.
Ingresó en el Ilustre Colegio de Procuradores de Pontevedra el 21 de septiembre de 1991 y desde ese momento demostró su valía. Trabajador y cumplidor en su trabajo cada día, atendiendo siempre al compañero que solicitó su consejo o su ayuda, cooperando incansable en todo lo que redundase en bien de nuestro colectivo y nuestra querida Pontevedra. Además, diría que sus cualidades innatas eran su amor a la familia, su dedicación a la profesión e incluso su perenne sonrisa, que parecía esculpida en su grato semblante.
A mí me tocó en su momento ser elegido como Decano y tuve el privilegio de tenerlo en la junta de gobierno en los casi veinte años que desempeñé el cargo, primero como tesorero, después como secretario y en la junta que me sustituyó fue vicedecano, puesto que desempeñó hasta su fallecimiento.
Era muy fácil y diría que imposible no ser su amigo, teníamos tal sintonía que coincidíamos incluso en nuestras preferencias en los momentos de ocio.
Desde que se colegió, tuve una relación afectuosa y fluida con él. Conocí a su entrañable familia que saben que tienen un amigo en cada uno de los componentes de nuestro colectivo, que tendrán siempre en el recuerdo a su amigo y compañero Pedro, que Dios tenga en la gloria.
José Portela Leirós, procurador de los Tribunales
