Iñaki Bretal: "Non é normal que unha tapería non poida abrir tamén ata as once"

Restaurantes de Pontevedra estrenarán este fin de semana el nuevo horario de cenas con los requisitos exigidos
Iñaki Bretal, a la derecha, con su equipo de O Eirado da leña. DAVID FREIRE
photo_camera Iñaki Bretal, a la derecha, con su equipo de O Eirado da leña. DAVID FREIRE

"Que diferencia hai entre estar comendo unhas croquetas ou un menú degustación?". Aparte de otras circunstancias, este es el ejemplo claro y diáfano que expone el chef Iñaki Bretal para mostrar su malestar por la decisión de Sanidade de permitir a los restaurantes estirar desde este viernes su horario hasta las 23.00 horas para servir cenas y vetar esta posibilidad a otros locales que también sirven comidas, como las taperías, que "cumpren tanto como os restaurantes".

Al frente de O Eirado da Leña, con su flamante Estrella Michelín, Bretal reflexionaba este jueves que "non me parece normal" que pueda abrir un restaurante y no una tapería, "sempre que estea facendo as cousas ben", por lo que vería más lógico que se permitiera a quien cumpla con los aforos y otras medidas de precaución frente a la covid-19. De hecho, aunque dará cenas en O Eirado ("abriremos, claro, teño que mirar polo meu") no podrá hacer lo propio con la tapería Loaira. "Non é xusto, hai xente que o está pasando realmente mal e quen cumpre as medidas debería poder abrir e quen non, leña dura". 

La tardía hora a la que se publicó el DOG del miércoles que incluía la modificación del Plan de Hostalería Segura de la Xunta para incorporar las novedades decididas tras el comité clínico del martes, provocó que en la mañana del jueves muchos empresarios no tuvieran muy claro si podrían alargar su horario o no. Los teléfonos de las asesorías echaron humo.reportaje restauracion madre monti eirado da leña

DUDAS CON LA LICENCIA. La decisión tampoco gustó demasiado en la Plataforma de Afectados por la Covid de Pontevedra, pues aunque "nos alegramos por los restaurantes, que fueron un sector muy afectado al no poder dar cenas y se lo merecen, pero es injusto que taperías y bares que también sirven cenas no puedan hacerlo. ¿Cuál es la diferencia de estar sentado en un bar o en un restaurante?", cuestiona Jacobo Barragáns, quien sostiene que la hostelería pontevedresa está más enfocada a la opción que deberá seguir bajando la verja a las 21.00 horas.

Los establecimientos que pueden abrir hasta las 23.00 horas deben tener el "título municipal habilitante de restaurante", explica el DOG, un término que ha suscitado dudas entre algunos hosteleros. El sentir general es el de querer hacer las cosas bien, evitar que esta medida sirva para que la situación se descontrole y obligue a dar pasos atrás, pues el objetivo primordial es llegar lo mejor posible a la temporada estival.

Además de esa condición básica, los restaurantes tendrán que servir cenas siempre con cita previa y llevar un registro de los clientes que incluya nombre y apellidos, DNI y número de teléfono. Deberán guardarlo durante un mes desde el evento para utilizarlo en un posible rastreo.

La tercera cuestión es garantizar la correcta ventilación del local mediante la utilización de dispositivos medidores de CO2, en una zona visible para los usuarios. La concentración no podrá superar las 800 partículas por millón.

El toque de queda a las 23.00 horas condicionará a los clientes, por eso los restaurantes adelantarán su horario de cenas

MORATORIA. Para incorporar este aparato los establecimientos tendrán una moratoria de una semana. En O Eirado, por ejemplo, continuarán utilizando estos días un purificador de aire con un sensor que muestra si el ambiente está más o menos cargado "e que axuda a orientarnos", explica su jefa de sala, Raquel Fernández, mientras gestionan la compra del medidor ideal para este local.

Por lo demás, el resto de las condiciones no les hará cambiar demasiado el modus operandi. "Desde que abrimos todas as mesas eran con reserva e xa colliamos rexistro dos clientes, aínda que só dunha persoa por mesa, agora será de xeito individual". 

El horario alargado supondrá "un alivio" y "poder dar un paso máis", a pesar de mantenerse el límite de aforo. Las mesas y sillas, puntualiza el DOG, deberán distribuirse de forma homogénea por todo el local evitando concentraciones en espacios concretos.

Eso sí, adelantarán media hora la apertura para facilitar que los clientes puedan salir a tiempo para no incumplir el toque de queda. Lo del horario europeo es, de momento, una utopía.

Esto mismo opina Giuseppe Verniero, al frente del Mare e Monti, que este viernes también servirá cenas. "El toque de queda condiciona a los clientes", que no podrán disfrutar del banquete sin mirar el reloj, "pero abriremos ya a las ocho, a ver si la gente se anima a venir antes". En este restaurante italiano ya hace "un par de años" que utilizan el medidor de CO2.

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