Aunque la situación oficial del incendio de la nave de Pontesa se mantiene con la etiqueta de "controlado", lo cierto es que en la jornada de este jueves efectivos del Parque Municipal de Bomberos de Pontevedra se vieron obligados a regresar a las instalaciones de la antigua factoría de cerámica que escenificó un brutal siniestro con cenit el domingo pasado. Los servicios municipales de emergencias acudieron, lo mismo que en las jornadas precedentes, al compás de las alertas oficiadas por el 112 Galicia que, a su vez, proceden de los avisos vecinales que indican que la humareda que sale de la infraestructura crece en densidad o intensidad, lo que indica el desarrollo de nuevos conatos.
La presencia de amianto unida al grano de cereal y las pipas, compuestos altamente inflamables y presentes en el lugar por cientos de toneladas, hace pensar que el fuego seguirá presente durante varias jornadas más, más aún cuando los expertos en riesgos laborales no permiten atacarlo desde abajo, sino solo desde altura.
Investigación
En cuanto a las pesquisas sobre lo sucedido, hay varias vías abiertas. Por una parte, conocer de forma fidedigna el foco inicial, que se presume en la parte alta de las montañas de grano o pipas en contacto con la instalación eléctrica de la cubierta; en segundo lugar, saber el motivo de la deflagración que desembocó en el fallecimiento de un operario, que se piensa por causa del movimiento del material acumulado a altísimas temperaturas.
Por último, la Policía quiere conocer las condiciones de trabajo allí existentes y otros factores relevantes, por lo que ya está tomando declaración a todos los implicados, desde bomberos hasta operarios representantes de las empresas.
