La incesante lluvia causa desbordamientos en la calle Loureiro Crespo

Diciembre arranca con numerosas precipitaciones y rompe con la anómala sequía del mes pasado ►Noviembre fue de los más calurosos de los últimos años, con máximas por encima de 20 grados

Desbordamiento en la calle Loureiro Crespo. A.P.
photo_camera Desbordamiento en la calle Loureiro Crespo. A.P.

Las intensas lluvias que cayeron en la tarde de este miércoles sobre la ciudad de Pontevedra causaron distintos desbordamientos en el casco urbano, sobre todo, en la zona de obras al inicio de la calle Loureiro Crespo, tal y como se puede ver en la imagen.

La estación de Meteogalicia en Campolongo registró precipitaciones que superaban a las 23.00 horas los 32 litros por metro cuadrado.

PONTEVEDRA, LA SEGUNDA MÁS CALUROSA. Los registros de Meteogalicia indican que Pontevedra fue la segunda ciudad más calurosa de Galicia durante el mes de noviembre, con una media de 13,6 grados, solo superados por los 14,9 grados de A Coruña.

En el otro extremo se situó Lugo, donde el termómetro basculó en torno a los 11 grados.

La máxima más alta de la capital de las Rías Baixas se registró el día 19, con 21,8 grados (el tercer valor más alto de la comunidad, tras los 24,5 de Ourense y los 22,6 de A Coruña).

Por contra, el mercurio nunca bajó de los 9,1 grados durante noviembre, dos grados por encima de la media de los últimos 30 años. Además, sólo se registraron once días de lluvia, mientras que lo habitual es que lleguen a 14.

Meteogalicia advierte de que el uso de los paraguas será necesario, al menos, hasta el sábado. GONZALO GARCÍA
Meteogalicia advierte de que el uso de los paraguas será necesario, al menos, hasta el sábado. GONZALO GARCÍA
 

UN NOVIEMBRE ATÍPICO. Noviembre de 2020 pasará a la historia por ser anómalamente seco y caluroso, con temperaturas muy por encima de la media de los últimos 30 años y precipitaciones por debajo de lo que suele ser habitual en esta época del año. Una doble paradoja que provocó estampas tan inusuales como grupos de ciudadanos disfrutando del sol junto al mar y en zonas de recreo.

Pero estas singulares escenas forman ya parte del pasado y diciembre ha vuelto a colocar las cosas en su sitio. Al menos esos son las previsiones a corto y medio plazo, con un importante bajón de temperaturas y con copiosas lluvias durante todo el día.

Meteogalicia achaca el extraño comportamiento de noviembre a los vientos del sudoeste y las altas presiones, especialmente en la segunda quincena, lo que situó el nivel de lluvias por debajo de lo habitual. En cuanto a las temperaturas, fueron superiores a la media de los últimos 30 años por el predominio o bien del sudoeste o bien de las situaciones anticiclónicas.

El mes comenzó con dos jornadas muy semejantes, con fuertes vientos del sudoeste, mucha humedad y lluvias concentradas en Pontevedra y en el sudoeste de A Coruña. Pero fue un espejismo, porque a partir del día 3 se asentó el tiempo seco. Una tendencia que se rompió ligeramente un par de jornadas después, cuando una baja desprendida quedó aislada frente de la costa portuguesa, dejando cielos parcialmente achubascados, sin lluvia y con ascenso de temperatura. La borrasca se fue acercando en las jornadas del 7 y el 8, dejando algunas precipitaciones, más persistentes y generalizadas en la jornada del 8, cuando la borrasca tuvo su máximo acercamiento a Galicia, dejando también importantes chubascos en la madrugada del 9.

Ahí comenzó una influencia anticiclónica que se mantuvo hasta el día 13. Los días 14 y 15 Galicia sufrió los efectos de una nueva borrasca localizada en el Atlántico norte, que dejó importantes vientos y lluvias bastante generalizadas.

El impacto de la tormenta tropical Theta se tradujo en un importante incremento en las temperaturas de los días 16 y 17 y acercaron también algunas precipitaciones el día 18. El termómetro superó en esas 3 jornadas los 20 grados en muchos lugares de la comunidad.

Una vez que Theta desapareció, Galicia quedó en la influencia de un potente anticiclón que extendió su influencia entre las jornadas del 19 y el 23, dejando jornadas de estabilidad atmosférica, con importante contraste de temperaturas entre las mínimas, registrándose heladas en puntos del interior, y las máximas que en algunos puntos aún conseguían superar los 20 grados, sobre todo en el suroeste de la provincia de Pontevedra.

De ahí a final de mes se alternaron la aparición de lluvias con grandes claros, pero siempre con un predominio de valores suaves en los termómetros.

En la jornada del 26 se localizaron precipitaciones matutinas, pero la baja se fue alejando de Galicia y, por tanto, la estabilidad fue en aumento.

LLEGÓ CLEMENT. Meteogalicia apunta que los días 27 y 28 fueron anticiclónicos, mientras que el 29 se registraron algunas lluvias ocasionales por el acercamiento de la borrasca desprendida, denominada Clement, localizada en las islas Madeira.

Su incidencia no fue muy apreciable, por lo que la provincia volvió a quedar bajo la influencia de las altas presiones.

Esa situación ha revertido casi desde el inicio de diciembre y el cambio será mucho más apreciable a partir de este jueves, con la llegada de un frente por el oeste que arrastra mucha humedad. Eso dejará cielos muy nubosos y lluvias persistentes, sobre todo al oeste, donde pueden dejar acumulaciones importantes. Meteogalicia prevé un uso constante del paraguas, al menos hasta el sábado.

Las temperaturas mínimas ascenderán un poco dejando una jornada de muy poca oscilación térmica, con máximas en ligero ascenso. Los vientos irán aumentando progresivamente en intensidad a medida que se acerca la noche.

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