Las indemnizaciones a las víctimas de las estafas bancarias ya llegan a los 40.000 €

▶ La escalada de sentencias de casos pontevedreses comenzó a principios de año y la última fue firme esta misma semana ▶ La plataforma de afectados mantiene abiertos varios procesos
Víctor Besada mostrando la sentencia que le da la victoria judicial frente Abanca. J.M.
photo_camera Víctor Besada mostrando la sentencia que le da la victoria judicial frente Abanca. J.M.

Sabían que era un proceso lento y desesperante, pero muchos afectados por las estafas bancarias vía SMS (conocidas como ‘phishing’) están empezando a ver la luz al final del túnel, al comprobar cómo la Justicia les está dando la razón en su pulso judicial con las entidades que se habían negado a indemnizarles.

Dos años y medio después de las primeras denuncias por un fraude a nivel nacional que afectó a cientos de pontevedreses, las sentencias judiciales comienzan a ser firmes, obligando a las demandadas a devolver el dinero estafado y los correspondientes intereses por el tiempo transcurrido.

Hasta la fecha se contabilizan en Pontevedra al menos seis demandas favorables a los clientes, que totalizan cerca de 40.000 euros, entre indemnizaciones y compensaciones. El goteo de resoluciones comenzó en enero y la última se produjo esta misma semana, cuando un afectado consiguió que Abanca le devolviese 4.001 euros.

También reciente es el fallo judicial que beneficia a Víctor Besada, un joven pontevedrés a quien la trama delictiva le había sustraído 7.001 euros. Su tensa espera se ha visto recompensada con un final feliz para sus ahorros.

A raíz de destaparse la gigantesca estafa, los perjudicados constituyeron una plataforma desde la que se ofrecía asesoramiento legal para defender sus intereses. El grupo llegó a superar el centenar de miembros, de los que ahora quedan poco más de 80. Los que faltan son los que ya tienen sentencia firme o, los menos, quienes han optado por desistir de cualquier acción judicial.

"Hay gente que no lo tenía claro y no quería arriesgar los 1.500 o 2.000 euros de un abogado y un procurador para acabar teniendo una sentencia en contra, con lo que al final se quedaban sin el dinero robado y sin el coste de las minutas", apunta Besada.

VARIAS ENTIDADES. Los ladrones fijaron su estrategia en los bancos con mayor cartera de clientes. En el caso de Pontevedra, muchas víctimas pertenecían a Abanca (por ser una de las entidades con mayor cuota de mercado), pero también había del Santander, BBVA, Bankia y La Caixa.

El modus operandi inicial estaba claro y tenía a los anuncios on line como principal fuente de objetivos. Casi todos eran de alquileres de pisos turísticos, porque la demanda era alta y había prisas por cerrar los acuerdos, provocando que se relajasen las medidas de seguridad. 

En la provincia se denunciaron estafas en la capital, Marín, Silleda, Cangas, Nigrán, Salceda de Caselas, Gondomar, Tui, Vigo... Tras contactar con sus víctimas, los criminales enviaban un supuesto enlace para verificar el pago de la señal pero, en realidad, era una ‘puerta trasera’ para colarse en las cuentas de los caseros, que desvalijaban en segundos.

Los importes sustraídos tras el hackeo oscilaron entre los mil hasta los 10.000 euros, aunque en el caso de un vecino de Ferrol, se llevaron los 32.000 euros que tenía ahorrados en una cuenta. El rastreo del dinero era imposible, pues los delincuentes utilizaban una compleja red de transferencias para borrar cualquier huella.

Tras la oportuna reclamación a las entidades, las víctimas se encontraron con un rechazo total a devolver el dinero, alegando que había sido un error en la seguridad del propio cliente y que el banco o la caja no tenía responsabilidad alguna. Un argumento que ahora los jueces están tumbando de forma sistemática.

Y la avalancha de reclamaciones judiciales amenaza con seguir escalando, pues tanto Policía Nacional como Guardia Civil alertan de que se está volviendo a detectar un envío masivo de SMS fraudulentos para captar a nuevos incautos. El gancho, ahora, es un supuesto ingreso que el cliente debe verificar pinchando en un enlace falso.

"Era una batalla de David contra Goliath, pero sentía que debía iniciarla"

Víctor Besada es una mezcla de sensaciones. Por una parte, de mucho alivio por haber podido recuperar sus ahorros, pero por otra, mucha rabia con los responsables de su oficina de Abanca, "porque mi familia lleva 50 años siendo cliente y cuando les pedí explicaciones por esto, pasaron totalmente de mí y la directora nunca me quiso atender!.

Tras relatar el arduo periplo seguido por la plataforma de afectados en estos dos años y medio, este joven pontevedrés solo tiene palabras de agradecimiento para el bufete de Alberto Prieto "y para la abogada, Estefanía, porque me apoyaron al cien por cien y gracias a ellos he conseguido mi objetivo".

Reconoce que al principio no tenía muchas esperanzas de recuperar su dinero, porque era una lucha de David contra Goliath, "pero sentía que era una batalla que debía iniciar.".

En este sentido agradece enormemente el apoyo de la plataforma de afectados de Galicia, "porque siempre estaban ahí para animar", así como a todos los ciudadanos que le paraban por las calles de Pontevedra, una vez que su caso salpicó los medios de comunicación -"a los que también les agradece su atención"-, para transmitirle su solidaridad "y me animaban a seguir adelante".
Besada reconoce que lo pasó realmente mal mientras no se resolvía su caso, hasta el punto de necesitar asistencia psicológica varios meses.

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