Varios vecinos de Eduardo Pondal pusieron este sábado el grito en el cielo por lo que consideran una absoluta negligencia de los responsables de las obras de reforma en la calle, pues dejaron bloqueados los accesos a varios garajes durante todo el fin de semana sin que se hubiese avisado previamente a los usuarios.
Esta circunstancia motivó que muchos inquilinos se dispusieran este sábado a sacar sus coches a la calle y se encontrasen con el tapón. En algunos casos, el contratiempo llegó al extremo de frustrar una escapada vacacional.
Es el caso de F.P., un trabajador autónomo que reside en el número 68 y que en la mañana de este sábado se encontró con la situación que refleja la imagen anexa: el portal de su garaje totalmente taponado por las vallas y la acera intransitable para los vehículos. "No es de recibo que no haya ningún aviso de que la calle va a permanecer cortada hasta el día 2 de julio", se lamenta el profesional, al tiempo que recuerda que pretendía disfrutar de unos días de asueto y las inesperadas obras han frustrado sus planes. "Mis vacaciones son sagradas y con mi dinero no se juega", se lamenta.
El de este trabajador no es el único ejemplo de indignación registrado en el vial por la falta de comunicación de los operarios. Otros residentes admiten que las obras siempre resultan molestas, "pero las entendemos como mejoras para los vecinos, pero lo que no se puede consentir es que ningún encargado esté pendiente de informar para que se cause el menor de los perjuicios".
Los afectados se preguntan "dónde metemos el coche estos días" y reclaman que se habilite una zona para aparcar de manera gratuita y segura mientras duran los trabajos. "No se ven municipales que informen a los vecinos de los cortes de acceso a los garajes, obras que se eternizan en el tiempo porque se contratan pocos trabajadores...", critican.
