Unos ingresos anuales de 336.000 euros

Salcedo recibe 140.000 euros al año por la cesión de 71 hectáreas de la Brilat  ▶ Verducido, Cerponzóns, Ponte Sampaio y Marcón cobran de las canteras
 
Los militares de la Brilat comenzarán el patrullaje en los montes en la tercera semana de agosto. ALBA SOTELO
photo_camera Los militares de la Brilat comenzarán el patrullaje en los montes en la tercera semana de agosto. ALBA SOTELO

La Comunidade de Montes de Salcedo es la que tiene más ingresos de las 19 entidades parroquiales del municipio. El acuerdo al que llegó con Defensa para la cesión a la Brilat de 71 hectáreas del monte San Martiño le supone un canon anual de 150.000 euros (cantidad a la que se suman los 10.000 euros que obtiene cada año por las tres antenas de telefonía), casi la mitad de los ingresos fijos que suman entre todas las comunidades. 

A mucha distancia, le sigue en el ránking de las más ricas la Comunidade de Montes de Cerponzóns, con unos ingresos anuales de 85.000 euros, en su mayoría por el arrendamiento de la cantera que gestiona la empresa lusa Secil. También recibe una cantidad por la cesión de una parcela arrendada a una empresa de transportes. 

La Comunidade de Montes de Verducido, con unos ingresos fijos anuales de 30.000 euros, la mayor parte de esta cantidad en base a un acuerdo que mantiene con la citada empresa para la explotación de la cantera. La entidad parroquial acaba de renovar el pacto con la entidad lusa que gestiona la producción de áridos, que pagará 2.000 euros mensuales durante los diez próximos años. 

La explotación de otra cantera, en este caso por parte de la firma Rocas Maresca, es la principal fuente de ingresos fijos que obtienen los comuneros de Ponte Sampaio. El acuerdo —que finalizará en 2022, por lo que la entidad que preside Manuel Santos deberá adoptar un acuerdo asambleario sobre la renovación del convenio— reporta a la agrupación parroquial unos ingresos de 1.000 euros mensuales. 

El arrendamiento de otra cantera, en este caso la de Laxinde, es la principal fuente de financiación estable con la que cuentan los comuneros de Marcón, que destinan los 35.000 anuales a trabajos de mantenimiento del monte y a sufragar los gastos de funcionamiento de la casa parroquial. 

La Comunidade de Montes de Campañó cuenta con unos ingresos anuales de 10.000 euros por los alquileres de una fibra óptica y por un repetidor de Taelpo situado en el alto del Castrove

El colectivo de comuneros de Tomeza no cuenta con ingresos fijos. Hasta dentro de seis años no obtendrá beneficios por la venta de madera. La venta de madera es, también, la única vía de ingresos de la Comunidade de Montes de Lourizán, que en la última operación obtuvo una ganancia de 15.000 euros. 

Los comuneros de Lérez cuentan con unos ingresos anuales fijos de entre 12.000 y 14.000 euros que obtienen con la organización  de diferentes actividades, principalmente deportivas. De esa cantidad detrae cada mes 800 euros para el mantenimiento de la casa de cultura. 

San Andrés de Xeve no dispone de ingresos fijos sino que depende del dinero que pueda ganar mediante la venta de madera. "Tenemos un remanente, además de algunas ayudas del Concello y de la Xunta, que nos permite salir del paso", explica Jesús Castro, presidente de los comuneros de esa zona del rural. Los ingresos por la venta de madera es la única vía de financiación de la Comunidade de Montes de Santa María de Xeve, que ha tenido que sufragar con 29.000 euros de fondos propios la limpieza y desbroce de sus terrenos forestales. Su presidente, Juan González, denuncia las trabas que pone la Administración gallega a la hora de conceder las subvenciones para este tipo de actuaciones de puesta al día de las parcelas comunales. "Nos denegó las de 2018 y 2019, y estamos pendientes de lo que decida sobre la ayuda económica que le hemos pedido el presente año. Es inconcebible que a los comuneros nos obligue a tener nuestros terrenos limpios y en perfectas condiciones y que no tome medidas con los particulares que tienen sus parcelas abandonadas". 

Los comuneros de Mourente no cuentan de momento con ingresos fijos derivados de convenios con administraciones, si bien está pendiente de iniciar las negociaciones con la Consellería de Sanidade para buscar una fórmula sobre el alquiler del suelo que ocupa el Hospital Montecelo, edificado en terrenos de la entidad parroquial. "Só temos algúns ingresos extraordinarios por expropiacións", explica Carlos Morgade, presidente del colectivo. 

"As comunidades de montes máis próximas ao casco urbano somos as que temos menos terreo e máis fragmentado, unha circunstancia que nos dificulta vivir da explotación forestal e dos recursos propios", precisa Morgade. 

Además, recuerda que las comunidades de montes que constituyen el cinturón verde más próximo a la ciudad y que la protege de los incendios forestales están obligadas a sustituir las especies de crecimiento rápido (entre ellas los eucaliptos) por otras que son aliadas contra el fuego, las frondosas, un esfuerzo que las agrupaciones parroquiales, asegura, no ven recompensado con la ayuda de las administraciones. 

La Comunidade de Montes de Castro Lampán (Bora) depende de la venta de madera para obtener ingresos. En 2019 efectuó una operación con la que obtuvo 5.000 euros. "Hay mucha burocracia y la Administración nos pone muchos impedimentos a la hora de conceder las subvenciones", señala su presidente, Humberto Villanueva

La Comunidade de Montes de A Canicouva tiene "escasos ingresos" procedentes de la venta de madera, según indica su presidente, José Luis Parada. "Hemos invertido 7.000 euros en la mejora de la pista que une A Canicouva con el monte de A Fracha, y vamos a tener que meter más dinero en arreglar el deterioro que le causaron los quads".

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