Las inmobiliarias viven su mayor auge en la provincia desde la crisis de 2008

Casi una de cada diez sociedades mercantiles abiertas en Pontevedra en el primer trimestre de este año fueron empresas de venta y alquiler de inmuebles: se crearon 36 nuevas entre enero y marzo
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photo_camera Varias personas observan el escaparate de una inmobiliaria en Pontevedra. J.L.O. ARCHIVO

La economía española no atraviesa precisamente sus mejores momentos. Cuando el país todavía no se había recuperado de la pandemia y de la crisis global de suministros, la guerra de Ucrania y la creciente inflación que ya se venía cociendo desde antes del conflicto bélico han puesto contra las cuerdas a numerosos sectores y empresas, un hecho que incluso ha empujado a determinados colectivos (como los transportistas y la flota) a forzar una huelga de varios días para exigir medidas al Gobierno. 

No obstante, en este contexto de contención del consumo e incertidumbre no todo son malas noticias. El sector inmobiliario vive su mejor momento desde la crisis económica de 2008 y esa situación se aprecia claramente en la provincia de Pontevedra, donde casi una de cada diez sociedades mercantiles constituidas en el primer trimestre de este año fueron empresas dedicadas a la venta y alquiler de inmuebles.

Concretamente, de acuerdo con los datos de explotación del Registro Mercantil publicados recientemente por el IGE, en los tres primeros meses de 2022 se crearon en las Rías Baixas 36 inmobiliarias nuevas (diez en enero, nueve en febrero y 17 en marzo), unas cifras que no se veían desde antes de que estallase la famosa burbuja, hace ya una década, y el sector del ladrillo se diese el gran batacazo.

La inflación, la volatilidad de las bolsas y los bajos tipos de interés llevan a muchos inversores a refugiarse en el ladrillo, aupando al sector

Aunque este auge actual no es de extrañar, teniendo en cuenta que la demanda ha crecido y que el sector atraviesa un momento de precios muy jugosos. En Pontevedra, por ejemplo, los alquileres se han encarecido en un 72% en la última década (según el portal Fotocasa, el valor medio de un inmueble en la capital del Lérez está en 685 euros, 280 más que en 2012). Y los precios para comprar también están disparados, aunque no tanto.

Hay inmobiliarias que cobran un porcentaje sobre el importe de venta y otras operan con una tarifa fija que se abona según los servicios contratados y la forma de pago. Pero sea cual sea la alternativa, la reactivación del mercado del ladrillo está atrayendo a cada vez más emprendedores y empresarios, que ven en el sector inmobiliario una salida con más posibilidades de éxito que otros mucho más castigados por la situación económica.

Las restricciones durante la pandemia generaron un mayor ahorro y algunos aprovechan esa liquidez para invertir en inmuebles

Esa reactivación se debe a varios factores. Entre ellos está el hecho de que en este contexto de inflación, volatilidad en las bolsas y bajos tipos de interés, los inversores lo consideran un refugio más seguro y provechoso que otros. Además, las restricciones durante la pandemia permitieron un mayor ahorro y algunos están aprovechando esa liquidez para invertir en inmuebles. Y esa elevada presión inversora ayuda a mantener los precios altos y a que el sector se mantenga, al menos de momento, en la cresta de la ola.

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