Un matrimonio afincado en Monte Porreiro ha sido condenado a una multa de 400 euros y al pago de una indemnización de 357 por un delito leve de hurto, después de llevarse un lavavajillas, un cuadro, una mesa y cuatro sillas, una alfombra y hasta el conjunto de mueble modular del salón. Lo hicieron cuando abandonaron la vivienda en la que residieron en régimen de alquiler durante cuatro años.
El propietario, que entró en su piso acompañado por un representante de una inmobiliaria, se encontró con que el estado del inmueble no era el mismo que cuando lo arrendó, por lo que decidió denunciar los hechos.
La jueza del caso estimó creíble el relato de lo ocurrido que ofreció el dueño, que acompañó con el inventario firmado por los acusados y acreditativo de la presencia de los citados bienes en el momento en el que se suscribió el contrato de alquiler, en el año 2012.
