Las posturas son inamovibles. Las comunidades de montes de Verducido y San Vicente de Cerponzóns continúan sin llegar a un acuerdo amistoso sobre el deslinde entre los terrenos forestales de ambas parroquias, una falta de entendimiento que aboca a ambas entidades a un litigio que se dirimirá en el Juzgado. Los tribunales deberán dirimir a qué agrupación pertenecen diez hectáreas de monte cuya titularidad está en el centro de la discusión.
Los equipos directivos presididos por Marcos Rey (Verducido) y Juan Romero (Cerponzóns) preparan la estrategia con la que resolverán por la vía judicial sus discrepancias sobre la línea divisoria de ambos territorios parroquiales. En el caso de la agrupación de Verducido, ha dado instrucciones a su asesoría jurídica para preparar las alegaciones que presentará en los próximos días para dar inicio al contencioso.
El documento del IGN identifica los mojones del perímetro que dividía el antiguo Concello de Xeve y el de Pontevedra
La entidad parroquial que preside Marcos Rey optó por emprender este camino después de que hubieran fracasado los intentos por llegar a un entendimiento con los comuneros de Cerponzóns para evitar judicializar el conflicto. "No les vamos a conceder más ocasiones para alcanzar un acuerdo amistoso que sea asumible por ambas parroquias. Ahora vamos a por todas", advierte Rey.
La Comunidade de Montes de Verducido, que recaba pruebas para presentar en el Juzgado, basa su argumento en el croquis de la carpeta-ficha en la que consta la configuración perimetral del monte vecinal. "El linde viene dado por el área del antiguo Concello de Xeve y el de Pontevedra. Tenemos documentación en la que así consta y que aportaremos como un aregumento sólido", subraya Marcos Rey.
El portavoz de los comuneros de Verducido destaca que, además de la carpeta-ficha, aportarán al proceso una "prueba irrefutable" con la que están convencidos de que el Juzgado les dará la razón en su propuesta de fijar la línea divisoria con Cerponzóns: un mapa topográfico que obra en poder del Instituto Geográfico Nacional en el que figura el perímetro con los hitos que están registrados. "Aparecen prácticamente todos los mojones, con lo cual no hay muchas vueltas que darle a este asunto. Tenemos muy claro que los tribunales nos van a dar la razón", pronostica Rey.
"No queríamos que esto llegase hasta los tribunales porque, como reza el refrán, 'es mejor un mal acuerdo que un buen pleito"
La zona en la que la discrepancia es mayor es la anexa a la parte superior de la cantera, situada en la frontera entre ambas parroquias. Es el principal objeto de discusión del trazado de la línea de separación. "Cerponzóns no tiene documentación que acredite la variación que realizan en el trazado perimetral", asegura el presidente de los comuneros de Verducido en consonancia con la críticas vertidas en su día por un grupo de exdirectivos de Cerponzóns a la actuación de la actual equipo, al frente del cual se encuentra Juan Romero. Además, le instaban a "recapacitar" para reconducir las negociones y alcanzar un acuerdo amistoso que evitase que el deslinde llegue al Juzgado porque, advertían, "corremos el riesgo de no tener realizado el deslinde que resulta obligatorio para el plan de ordenación del monte que deberemos aprobar antes de 2020".
Algunos de los antiguos directivos de Cerponzóns aseguraban que en su día habían alcanzado un acuerdo con Verducido para efectuar el deslinde en base a una línea recta, fijando como referencia los mojones que habían localizado (algunos habían desaparecido) y el cortafuegos de Monte Redondo, situado junto a la cantera explotada en su día por la empresa Holcim.
Así, Marcos Rey anuncia que Verducido aportará al litigio escritos que obran en poder de la firma que gestiona la cantera que, asegura, "hablan a nuestro favor".
"La documentación firmada en su día con la autorización para la explotación de la cantera marca la línea del antiguo Concello de Xeve. Vamos a adjuntar el escrito como prueba ante los tribunales, así como de documentos en los que se recogen unas voladuras que fueron autorizadas por las dos comunidades, en las que constan unas coordenadas efectuadas con GPS. Son papeles oficiales que también suscribió la cantera", afirma Rey.
Tanto Cerponzóns como Verducido coinciden en destacar que el desacuerdo entre ambas entidades reside en la normativa elegida como referencia
El directivo de Verducido subraya que además del entorno de la cantera, la zona de Monte Redondo, la parte de atrás del campo de fútbol y el lugar en el que estaba situado el antiguo circuito de motos "también son zonas objeto de una discusión que no queríamos que llegase hasta los tribunales porque, como reza el refrán, es mejor un mal acuerdo que un buen pleito".
La Lei 7/2012 de Montes de Galicia, de 28 de junio, suprimió el procedimiento de deslinde administrativo entre comunidades de montes, reduciéndose el mismo a una demarcación amistosa de la que se da cuenta al Jurado de Clasificación para su aprobación. La normativa indica que, en caso en que no medie acuerdo (como es el caso de la confrontación entre Verducido y Cerponzóns), "las comunidades afectadas habrán de acudir a los tribunales, salvo que prefiriesen someterse al arbitraje de la Consellería de Medio Rural". Verducido descarta esta opción.
Y es que tanto Cerponzóns como Verducido coinciden en destacar que el desacuerdo entre ambas entidades reside en la normativa elegida como referencia. "Si vamos a la época del Marqués de la Ensenada (siglo XVIII) el resultado es muy diferente que si nos guiamos por otros lindes parroquiales y municipales", argumenta Romero.