Se trata de una de las modalidades delictivas más difíciles de acreditar. Abusos sexuales que en algunos casos llegan a la agresión (esta semana, la Policía Nacional detuvo a dos hombres en Vigo) que parten del consumo abusivo de sustancias, hasta el punto de que se pierde la consciencia, en algunos casos, y de la ingesta de sustancias estupefacientes mezcladas con la bebida, de forma consciente o no, en otros. Lo cierto es que la Comisión de Seguridad de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra que preside Maica Larriba y en la que se integran el coronel de la Guardia Civil, Simón Venzal, la comisaria provincial, Estíbaliz Palma, y el comisario de Vigo, Juan José Díaz, analizaron en fechas recientes los episodios ocurridos en distintos puntos que desembocaron en denuncias de mujeres por presuntos abusos en situaciones que decían no recordar y, en todos los casos, después de entablar conversaciones con hombres durante la noche, en locales de ocio.
En la ciudad de Pontevedra, por el momento no se ha podido acreditar la mezcla de drogas en la bebida en los casos investigados. La Policía Nacional ha revisado los informes médicos de las denunciantes, en los que se aprecia una ingesta bestial de alcohol, pero en los que no se ha podido discriminar la presencia de estupefacientes mezclados con la anterior droga. Fuentes de la Comisaría sitúan como víctimas de estos episodios a mujeres cada vez más jóvenes, en muchos casos menores de edad, que consumen elevadas cantidades de alcohol. Se ha detectado la presencia de estas jóvenes en la zona del botellódromo del Recinto Ferial y que posteriormente se desplazan a los locales de ocio nocturno del casco histórico.
En investigación se halla, además, el caso de Vigo. Por ahora, dos varones de unos 20 años están en la prisión de A Lama después de una supuesta agresión a una joven que denunció lo sucedido al día siguiente de los hechos.
PELEAS. Otro factor que está determinando, en el apartado negativo, las noches pontevedresas, son las peleas. Las policías Local y Nacional explican que desde al reapertura del ocio nocturno se ha abierto un escenario en el que se ha incrementado el consumo del alcohol y de drogas de manera exponencial. A ello se añade la crispación existente en relación con las medidas restrictivas por el covid-19, con el uso de las mascarillas en según qué condiciones y locales como telón de fondo.
Las autoridades indican que los lugares más conflictivos son los exteriores y, en ocasiones, el interior de los establecimientos más concurridos. En concreto, sitúan uno en la zona de la plaza García de la Riega, otro en Benito Corbal y un tercero en Sagasta, además de la discoteca de Cerponzóns. Los responsables de los mismos han aumentado sus medidas de seguridad y vigilancia, así como su política de control de accesos. Pese a ello, las actuales circunstancias pandémicas parecen influir, y mucho, en un escenario que preocupa a las autoridades.
