La hostelería de Pontevedra vuelve a estar alerta, pues los amigos de lo ajeno perpetraron este jueves dos robos en sendos establecimientos del centro de la ciudad, ubicados en las calles Javier Puig y Cobián Roffignac.
El más perjudicado fue el hostelero de la calle Javier Puig. Su cafetería, ubicada a solo unos pasos del nuevo edificio de la Xunta de Galicia, tuvo que permanecer cerrada durante toda la jornada, en la que recibió la presencia de investigadores y peritos.
En su caso, los ladrones accedieron al interior tras fracturar una pequeña ventana próxima a la puerta de entrada. Desde allí se dirigieron hacia la máquina de tabaco en busca de la recaudación, y a continuación a la caja registradora. El botín no fue muy cuantioso gracias al sistema de defensa del que dispone el establecimiento, que cuenta con un mecanismo que desprende una humareda densa que impide la visibilidad a los asaltantes, más aún si actúan en horario nocturno.
El segundo de los sucesos se produjo en Cobián Roffignac, en una cafetería. Los ladrones no llegaron a acceder a su interior, pero sí lo intentaron. Su objetivo fue forzar la puerta de entrada, para lo que se dirigieron al bombillo. Algo les puso en fuga antes de que pudiesen completar su fechoría.
Agentes de la Policía Científica se dirigieron a ambos emplazamientos en busca de posibles restos biológicos que ayuden a la identificación de los autores.
La Policía tendrá que agudizar el ingenio, dado que en la actualidad son pocos los cacos que actúan sin hacer uso de guantes y otros elementos para proteger su identidad, tales como gorros o pasamontañas, conscientes de la existencia de cámaras de seguridad en muchos de los locales.
