Jefe de Medicina Preventiva

Javier Paz: "El cribado de Urgencias se inició cuando podíamos hablar de brote"

El protocolo que marcó la gestión del brote de Montecelo se pauta fuera del área y, según el doctor Paz, se aplicó en tiempo y forma, por un servicio con "sobreesfuerzo mantenido"
Javier Paz. DAVID FREIRE
photo_camera Javier Paz. DAVID FREIRE

Profesionales y sindicatos han señalado varias veces al servicio de Medicina Preventiva por no ordenar un cribado en Urgencias de Montecelo tan pronto se conoció el primer positivo de una facultativa (contagiada en el entorno familiar). El jefe de la unidad, el doctor Javier Paz Esquete, asegura que no quiere entrar en polémica con otros profesionales que además de considerarlos "excelentes profesionales, son compañeros". Sin embargo, también advierte de que no puede «dejar que se ponga en cuestión la profesionalidad» de su equipo, que dice estarse dejando la piel en la lucha contra la covid.

El brote acabó afectando a once profesionales de Urgencias y, según algunos, uno de los motivos es que los primeros afectados no fueron testados ni aislados desde un principio. El Sergas alega que, en base al protocolo vigente, no fueron considerados contactos estrechos. ¿Quizás habría que cambiar alguno de estos parámetros?
Los protocolos pueden y deben estar en continua revisión, y más cuando nos encontramos ante una enfermedad emergente. No obstante siempre hay que ser prudente, no se pueden modificar por una decisión personal. Los protocolos que seguimos comprenden una definición de contacto estrecho que no es específica de nuestro centro, ni siquiera de Galicia. Es común a toda España y la última revisión es del 26 de septiembre. Además, en la investigación epidemiológica de un brote no hay que dar nada por hecho en cuanto al cuándo y el cómo de la transmisión. Debemos contemplar todos los escenarios. En otros casos de posible transmisión intrahospitalaria, hemos identificado situaciones en las que el contacto entre profesionales sin mascarilla es casi inevitable y comprensible desde el punto de vista humano, como al hacer una pausa para compartir un café, o a la hora de comer durante la guardia. En cualquier caso, hay que evaluarlo todo y mejorar toda situación de riesgo que se pueda identificar.

El dato positivo es que los casos de esta segunda ola tienen un perfil clínico menos complicado

Profesionales del servicio consideran que el contagio se produjo en el despacho médico, posiblemente a consecuencia de la cercanía entre los ordenadores. ¿La transmisión aérea es un hecho?
Por lo que sabemos hasta ahora la vía principal de contagio del virus es a través de lo que llamamos ‘gotitas respiratorias, las que producimos al respirar, hablar, cantar, toser o estornudar. Estas pueden dividirse en dos categorías según el tiempo que pueden permanecer suspendidas en el aire. Por un lado, tenemos las ‘gotas más grandes’, algunas de las cuales son visibles y que caen del aire rápidamente en segundos o minutos mientras están cerca de la persona que las emite. Son las más frecuentes, y frente a ellas la mascarilla es tremendamente efectiva. Por otro lado, está la ‘transmisión por aerosoles’ (...) gotitas mucho más pequeñas. La mayoría de los expertos reservan este término para infecciones que pueden transmitirse a través de la exposición a partículas infecciosas que persisten en el aire durante mucho tiempo. Sin embargo, conforme han ratificado recientemente los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, la mayoría de las infecciones (de covid) se han producido por contacto cercano, es decir, por gotitas o a través del contacto directo con una persona infecciosa. De otra forma, el número de contagios, hubiese resultado muchísimo mayor. Las circunstancias bajo las cuales pareció haber ocurrido la transmisión aérea incluyen espacios cerrados dentro de los cuales una persona infectada sin mascarilla expuso a personas susceptibles o bien tras una exposición prolongada a partículas respiratorias generadas a menudo con un esfuerzo respiratorio: ejercicios, gritos, cantos...

¿Pero pudo haber algún fallo en la gestión de los positivos de Urgencias? ¿Por qué se inició el cribado seis días después?
Es que el cribado no se inició seis días después, sino exactamente tras la aparición de los casos dos y tres, cuando ya podíamos hablar de brote. Además, conviene precisar que en un brote pueden seguir apareciendo casos después de la adopción de medidas, porque pueden haberse contagiado antes, pero manifestarse después. Dicho esto, tanto desde Salud Pública como en los centros asistenciales, intentamos revisar de manera continua nuestros procedimientos e identificar de la manera más precoz los posibles fallos para corregirlos cuanto antes. Agradecemos cualquier aportación que nos ayude a ello, aunque creo que no es el caso del inicio del cribado.

El riesgo cero nunca lo vamos a tener, ni siquiera con PCR. Todo es cuestión del nivel de riesgo que se quiera asumir

Algunos profesionales sanitarios vinculan lo ocurrido con la saturación de Preventiva. ¿Es así?
Efectivamente, llevamos unas semanas de mucho trabajo e intenso. A partir de mediados de agosto hemos vivido una incidencia creciente de casos en nuestra área, lo que ha supuesto un esfuerzo también creciente de investigación y adopción de medidas. Ha supuesto muchas horas y trabajo más allá de la jornada laboral habitual. Lo asumimos porque en la situación actual, ‘es lo que toca’. De hecho, quiero agradecer explícitamente ese esfuerzo, intenso y mantenido en el tiempo a todo mi equipo, del que estoy orgulloso. ¿Saturación? Quizá yo hablaría mejor de sobreesfuerzo mantenido, pero lo asumimos como necesario. También quiero señalar que otros profesionales también realizando un esfuerzo encomiable. Hay mucha gente trabajando mucho, algo no siempre reconocido. Afortunadamente, y como dato en positivo, en general los casos de esta segunda ola tienen un perfil clínico bastante menos complicado que en marzo-abril. Son pacientes más jóvenes con cuadros menos complicados y que precisan menos hospitalizaciones, Además, llevamos ya más de una semana viendo disminuir la incidencia en nuestro área. Esperemos que esta nueva tendencia se consolide.

Las altas se han multiplicado, en gran parte por la supresión de las PCR a los asintomáticos. ¿Es una estrategia segura?
De nuevo estamos ante una estrategia ya no local, sino nacional, y a nivel internacional también se están reduciendo los tiempos de aislamiento y cuarentena en asintomáticos para facilitar su cumplimiento. Se fundamenta en que, a partir de cierto tiempo sin síntomas, la posibilidad de transmisión es muy pequeña, no nula. El riesgo cero nunca lo vamos a tener, ni siquiera con PCR. Todo es cuestión del nivel de riesgo que se quiera asumir, decisión que trasciende lo estrictamente sanitario. No obstante, hay que matizar, porque no todos los casos son iguales. Cuando estamos ante colectivos especialmente vulnerables o en contacto con ellos, como los profesionales sanitarios o sociosanitarios, sí está indicado la PCR antes de dar el alta, cosa que los protocolos permiten y que desde luego nosotros lo estamos haciendo.

Comentarios