¿Cómo surgió la iniciativa Cómicas, habelas hainas!?
Siempre comentaba con mis amigas cómicas que nos daba rabia que todavía se cuestione nuestro trabajo por ser mujeres, que sigan diferenciando por géneros cuando lo importante es si haces reír o no. Cuando se organiza un espectáculo de mujeres tenemos esa etiqueta de comedia femenina, pero cuando son sólo hombres simplemente se denomina comedia. Por lo tanto, consideramos que era importante crear un proyecto para demostrar el valor de las mujeres en el sector de la comedia. La semilla de la propuesta en sí fue un comentario en una presentación de la diputación hace un año en el que demandaba el uso de la cultura, la comedia en este caso, como herramienta para transformar prejuicios. A partir de aquí se fue creando el proyecto, la diputación mostró desde el principio su máximo apoyo y yo trabajé como nexo con el sector. Además, le fui dando forma al proyecto proponiendo a las cómicas e invité a artistas de fuera para que existieran diferentes tipos de humor . De esta forma nació Cómicas, habelas hainas!
¿Cuál es la finalidad principal de esta propuesta cultural?
La primera finalidad es hacer reír, estoy convencida de que la risa es terapia y en estos momentos hace más falta que nunca. El otro objetivo es demostrar con hechos y no con palabras que la gente se equivoca si todavía tiene ese prejuicio de que las mujeres no sirven o están menos capacitadas para la comedia. Queremos acercar el humor a un público que igual no ha tenido la oportunidad de ver a una cómica en el escenario, al final considero que la mejor manera de curar estos prejuicios es conociendo nuestro trabajo.
¿Qué otras medidas considera que se podrían tomar para favorecer la igualdad en este sector?
Las empresas privadas, aunque tendrían que tener la responsabilidad de apostar por alcanzar la igualdad, tienen por objetivo lograr beneficios. Por ello, podría comprender que por miedo a que no generen los mismos resultados tarden más en apostar por lo desconocido, no lo justifico, pero lo puedo llegar a entender. Sin embargo, las administraciones públicas no tienen excusa, desde la cultura tenemos la obligación de ayudar a crear una sociedad igualitaria y unos espejos donde todos podamos reflejarnos. Hay tantos tipos de humor como personas hay en el mundo, existe público para todos y desde ya hay que dejar de compararnos entre los géneros. Desde la sociedad se tiene que lograr que dejemos de subirnos al escenario sintiendo que estamos a prueba por nosotras mismas y todas las cómicas, porque si una hace un mal espectáculo parece que esa idea se extiende a todo el género y es muy injusto.
¿Cómo ha sido el recibimiento del público en los primeros destinos?
La primera actividad fue en Moraña y salimos muy emocionadas porque hubo gente que nos esperó a la salida para agradecernos haber traído el espectáculo a su pueblo. En lugares pequeños la respuesta del público es especialmente bonita. En Tui y Silleda también tuvimos mucho éxito, los teatros estaban preciosos, la gente se rió un montón y estuvieron de pie aplaudiendo por minutos. Todo el mundo salió encantado, además, como somos muy distintas entre las tres cómicas que actuamos nos complementamos de maravilla y llegamos a todos los tipos de públicos.
