José Benito García: "A Moureira fue el motor económico de Pontevedra"

Amodo de continuación de Habladme piedras, un libro en el que recopilaba la historia del centro histórico de la ciudad, José Benito García publica ahora Donde la salmuera, un volumen dedicado al barrio de A Moureira. el escritor presenta este viernes su nuevo título en la sala Némonon (20.30 horas, entrada libre)

José Benito García. JAVIER CERVERA
photo_camera José Benito García. JAVIER CERVERA

LAMENTA EL estado actual del barrio de A Moureira. "Está abandonado", dice. José Benito García (Pontevedra, 1967) conoce bien ese espacio, del que procede parte de su familia. Ha sido una de las razones, entre otras, que le han llevado a investigar la historia de esta zona de Pontevedra y publicar el resultado de su trabajo en un libro.

¿Qué es Donde la salmuera?
Digamos que es una continuación de mi libro anterior, Habladme piedras. En aquel me centraba en la zona monumental de la ciudad y en este en la zona de A Moureira. Se trata de un recorrido físico e histórico del barrio.

¿Por qué lo ha titulado así?
Filgueira Valverde fue el hombre que más investigó en el asunto del nombre de este barrio. Según él, la palabra Moureira proviene de moira o salmoira. Donde la salmuera hace referencia a que era el sitio de la ciudad donde se encontraba la salmuera para conservar la pesca. Era donde iba a morir la sal. En este sentido tenemos que remontarnos a los orígenes de la ciudad de Pontevedra, instalada en un terreno que no era rico, no especialmente apropiado para el cultivo. La riqueza era la marítima. Realmente, el motor económico de Pontevedra, el que la impulsó hasta convertirla en la ciudad más importante de Galicia, fue la pesca y, por lo tanto, el barrio de A Moureira.

Así que la historia de Pontevedra está íntimamente ligada a este barrio.
Efectivamente. En su momento, en A Moureira no podía vivir nadie que no estuviese relacionado con el tema de la pesca, la construcción de embarcaciones o el mar. Y, cuando comenzó su declive, comenzó al mismo tiempo el declive de la ciudad. Aunque la villa pareció marcar siempre distancias con este arrabal, la realidad es que, cuando el arrabal cayó, la ciudad cayó con él.


"La Rúa do Urco no es que esté sin aceras, es que no está ni asfaltada. Salta a la vista el abandono de la zona. Es una pena"
 

Además de recuperar la historia del barrio, para escribir el libro usted ha hablado con sus vecinos de mayor edad.
Exactamente. Además de la base histórica, para el libro me interesaba contar con los testimonios de gente que vivió la última etapa del barrio marinero, antes de que fuese defenestrado por completo. Me refiero a gente que todavía recuerda cómo era A Moureira en los años 40, por ejemplo; vecinos que tenían padres, abuelos o tíos que iban a faenar más allá de la Illa de Ons. Los recuerdos de esa gente no los encuentras en los libros, por eso me interesaba contar con ellos, incorporarlos al texto. Porque los testimonios de esta gente mayor, que tiene alrededor de 90 años, si no se recogen ahora, probablemente se pierdan.

¿Fue muy difícil localizarlos para hablar con ellos?
No, no lo fue. Mi familia es de A Moureira, mi padre se crió allí, y muchos de ellos me conocían. También me ayudó mucho la asociación de vecinos San Roque, a través de la que pude localizar a personas con testimonios interesantes. De cualquier manera, hubo que hacer también un trabajo de confirmación de datos e historias. No porque la gente mintiese adrede, sino porque muchas veces los recuerdos no son exactos o el paso del tiempo distorsiona las historias. Aún así mereció la pena hablar con los últimos vecinos que recuerdan las últimas descargas en los almacenes de Carrascal, la salida de las últimas embarcaciones que salían a faenar o la última persona que hizo una entallada, un sistema de pesca que se dejó de hacer en 1954. Creo que gran parte del valor del libro reside en sus historias.

¿Hay algo de reivindicación del barrio en el libro?
En el libro directamente no lo pongo, pero creo que se sobreentiende, sobre todo, en la parte final, cuando se habla del desmantelamiento del barrio. A mí, sinceramente, la política me resulta indiferente, me da igual que esté este u otro alcalde, pero salta a la vista de cualquiera la inversión que se ha hecho en el centro de esta ciudad y lo abandonada que está de cara a la ría. Es una auténtica pena. La Rúa do Urco en A Moureira debe estar exactamente igual que en los años 40. No es que no tenga aceras, es que no está asfaltada. Ya digo: a mí me parece una pena.

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