Juan Carlos Quer, el padre de Diana, la joven de 18 años que desapareció en la madrugada del 21 al 22 de agosto de 2016 en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal y cuyo cuerpo fue hallado el 31 de diciembre de 2017, supuestamente asesinada por José Enrique Abuín, El Chicle, traslada a la familia de Sonia Iglesias su "máxima solidaridad" y le desea "lo mejor" para que "pronto se descubra su paradero".
Además de reiterar que hace suyo el dolor que padece la familia de Sonia, indica que conoce de este caso "lo que he podido ver en los medios de comunicación en los últimos días", como la decisión de la jueza de reabrirlo y de volver a investigar a Julio Araújo como sospechoso del homicidio de su expareja. "A ver si ahora, que se ha reabierto el caso, se puede esclarecer la situación para descanso de la familia".
Juan Carlos Quer se pone en la piel de la familia de Sonia y entiende el calvario por el que está pasando después de los más de siete años de sufrimiento causados por su desaparición. "En nuestro caso (el de Diana Quer) fueron 500 días y 500 noches sin dormir que se hicieron interminables, por lo que puedo imaginar la desolación que significa que se vayan acumulando años y años y que no exista una respuesta acerca del paradero de la chica. Es extraordinariamente doloroso", apostilla.
Considera que la aparición del cuerpo de Sonia, "si desafortunadamente ha tenido un desenlace fatal", permitiría a sus familiares "tener un lugar digno donde poder llevarle unas flores y cerrar su duelo, porque sino no lo pueden cerrar".
En este sentido, Juan Carlos Quer hace referencia al caso de la desaparición de Marta del Castillo y el "dolor que tiene marcado en la mirada" su padre, Antonio. "Viendo su semblante te das cuenta de cómo la vida se paraliza", subraya.
Asimismo, lamenta que en España aún no exista un estatuto del desaparecido. "Tenemos un estatuto de la víctima, pero los desaparecidos en este país todavía no tienen ningún derecho", por lo que reivindica al Ministerio del Interior y a las fuerzas policiales la elaboración de un estatuto del desaparecido que permita desarrollar una "actuación integral en todos los aspectos" y que dé a las familias "soporte emocional a través de psicólogos", además de garantizar que cuando se archive un caso "no se archive la vida de una persona que tiene todos los derechos a que se esclarezca su paradero".
El padre de Diana confía en que las pesquisas policiales posibiliten la localización del paradero de Sonia porque, de lo contrario, "el descanso de su familia nunca podrá ser absoluto". Asegura que la incógnita sobre el lugar en el que puede estar el cuerpo de la dependienta "no permite a su familia convivir ni desarrollar una vida normal porque siempre estará presente la pregunta de dónde está Sonia, una incógnita que necesita una respuesta".
Juan Carlos Quer explica que no se ha puesto en contacto con la familia de Sonia porque "no la he querido molestar" porque "lo que procede, en este caso, es dejar trabajar a los equipos de investigación, que me consta que en España son absolutamente profesionales, y si se ha reabierto el caso es porque existe una base sólida sobre la que se puede actuar".
Además, indica que "el asesinato, previa violación, según se acreditará en el procedimiento de Diana", que se sumará al de Marta del Castillo, Mari Luz Cortés, Ruth y José Bretón Ortiz y el de las "decenas y decenas de tragedias", tienen que elevar una reflexión a la sociedad. "Tenemos que hacer algo para que estas vidas no queden relegadas a una simple página de sucesos y que todo siga igual. Que tengamos que seguir acumulando tragedias encima de una mesa para que nuestros políticos sean conscientes de que para determinado tipo de delincuencia hay que establecer un tipo de pena cualificado: el de la prisión permanente revisable" que, asegura, "es un clamor en la sociedad que ocho de cada diez españoles estamos demandando, sin ningún tipo de afiliación política".
A este respecto, Juan Carlos Quer precisa que "2.250.000 personas en tan solo 25 días han dicho que están de acuerdo con esta iniciativa, que lo que pretende es que estos casos, con ocasión del asesinato de Diana Quer, sean un antes y un después en dos sentidos: en que se legisle en el ámbito penal, sin deseos de venganza ni adscripciones políticas, para que se establezca un consenso y este tipo de pena cualificado, la prisión permanente revisable, que garantiza el cumplimiento efectivo de la pena pero también garantiza una evaluación objetiva del reo antes de que sea puesto en libertad para asegurar que no vuelva a reincidir ni atentar contra la vida de las personas, como tantas veces está ocurriendo".
Además, el padre de Diana demanda de los responsables de Interior y a las fuerzas policiales la elaboración de criterios y protocolos de actuación integral en los ámbitos de desaparecidos que permitan "dar respuesta con mucha más eficacia dentro de las 48 o 72 horas siguientes a la desaparición".
Este plan, según Juan Carlos Quer, deberá coordinar no solo a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, sino también a las policías autonómicas, y crear unidades especializadas para que cuando se detecte una desaparición y se evalúe que es de alto riesgo se adopten las medidas necesarias para esclarecer rápidamente el delito.
