Julio 2020, candidato a batir todos los récords de temperaturas altas y sequía

Las máximas han superado los 37 grados y la temperatura media supera en casi tres puntos las de la última década  En lo que va de mes no ha caído una gota de lluvia en la Boa Vila, algo que no sucedía desde 2006
Gente disfrutando de un día de calor en la playa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Gente disfrutando este miércoles de un día tórrido en la playa de la Lanzada. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

A pesar de que todavía faltan nueve días para cerrar el mes, julio de 2020 ya es firme candidato para batir todos los récord de temperaturas y sequía. Los termómetros llevan tres semanas superando los valores promedio de esta época del año y las previsiones meteorológicas no atisban ni una sola borrasca en el frente, así que es muy probable que el mes acabe sin ver caer una gota de lluvia.

A muchos les cuesta recordar un séptimo mes del año como éste, pero en realidad la memoria no cojea, sino que lo que faltan son referentes. Los registros históricos de las estaciones meteorológicas de Campolongo y Lourizán, las más próximas a la ciudad, no tienen constancia de unos valores tan extremos como los que se están recopilando en el primer mes de julio de la pandemia del coronavirus.

37,6 grados de máxima y 23,4 de temperatura media

En lo que va de mes la temperatura máxima detectada por la estación meteorológica de Campolongo se remonta al pasado 17 de julio, cuando se alcanzaron en la capital los 37,6 grados de media. La estación de Lourizán registró el mismo pico en julio de 2013, pero hay otro factor que sigue coronando al de este año como el más tórrido de los últimos 15 años (cuando empezaron este tipo de registros): la temperatura media. Esta se ha situado en los 23,4 grados, dos más que el promedio de julio del año pasado y casi tres más que la media de la última década.

Las noches tropicales que otros años eran excepcionales se han convertido en habituales y eso que la media mensual de las mínimas está por el momento en los 12 grados, un valor que sí se superó en julio de 2018, 2016 y 2013.

Gente disfrutando de la sombra en Pontevedra. JAVIER CERVERA - MERCADILLOCero lluvia, como en 2006, el año de la oleada de incendios

Por mucho que algunas nubes se paseen por encima de la Boa Vila no han desprendido nada de agua en lo que va de mes y, teniendo en cuenta esas predicciones de que la sequía se mantendrá al menos una semana más, es muy fácil que julio acabe con cero precipitaciones. Para encontrar ese mismo dato hay que retroceder a julio de 2006, que también cerró sus puertas sin ver llover para inmediatamente dar paso a una de las oleadas de incendios más catastróficas para la provincia pontevedresa. Más de 80.000 hectáreas de la comunidad ardieron entonces en la comunidad gallega, causando el fallecimiento de cuatro personas.

Según los registros de MeteoGalicia, la última vez que llovió en Pontevedra fue el 28 de junio, aunque lo cierto es que fueron unas precipitaciones austeras, con apenas 0,5 litros por metro cuadrado. Si uno sigue retrocediendo en el calendario se topa con más jornadas con chubascos, pero tampco como para tirar cohetes. Desde el 1 de junio solo se registraron lluvias durante diez días, lo que desde entonces arroja una media de un día mojado por cada cinco de secano.

Todo por un anticiclón anclado, que espanta las borrascas

El coordinador de MeteoGalicia, Juan Taboada, confirma que julio apunta maneras para coronarse como el más abrasador de los últimos años. Todo por un anticiclón que desde principios de julio está anclado al norte de la Península, frenando con éxito la entrada de cualquier influencia del Atlántico. "En la primera quincena del mes suele entrar alguna borrasca. De hecho, en Pontevedra el promedio es que lluevan cuatro o cinco días por esta causa, pero este año ningún frente ha conseguido entrar, ni siquiera acercarse".

Al mismo tiempo, este anticiclón está situado estratégicamente, "un poco al noroeste", de modo que "atrae las masas de aire cálido del sur de la Península y el Norte de África, por eso prácticamente todos los días tenemos temperaturas con valores más altos que los normales, que suelen rondar por esta época los 26 o los 27 grados".

Estos índices han "llamado la atención" de los profesionales de la agencia meteorológica, al igual que el cúmulo de alertas por temperaturas altas que está registrando la provincina de Ourense. En el norte de la comunidad tampoco ha faltado el buen tiempo, pero el viento del nordeste ha sido "más constante" que al sur de la capital gallega, "por eso el exceso de temperaturas no se ha notado tanto".

La previsión es que las temperaturas se normalizarán un poco a partir de este jueves, dejando las máximas por debajo de los 30 grados y las mínimas cerca de los 15. Sin embargo, el anticiclón seguirá con fuerza suficiente como para mantener a raya las borrascas. Las predicciones más a largo plazo, que abarcan los próximos diez días, anuncian cielos despejados y altas temperaturas.

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