Las imágenes de coches sumergidos por la marea en el muelle de As Corvaceiras tienen algo de déjà vu porque es una situación que se repite de tanto en tanto. A pesar de ser una zona en la que está prohibido aparcar, hay quien se sigue arriesgando y la realidad es que cuando la marea sube, no entiende de aparcamientos.
Este lunes las mareas vivas volvieron a bañar los coches en As Corvaceiras. En este caso fue un Citroën negro el que quedó cubierto por el agua debido a una mayor subida del nivel del agua, que alcanzó las zonas secas.