La Brilat estrena aldea afgana y proyecta más infraestructuras

Una galería de tiro de última generación está en obras. La zona urbana de combate se inaugurará antes de finales de mes. Una pista para todoterrenos, una torre multiusos, un foso de tiro y una nueva área de obstáculos serán las siguientes novedades
La nueva aldea afgana de la Brilat
photo_camera La nueva aldea afgana de la Brilat

La Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable ‘Galicia VII’ (Brilat) ha recibido un notable impulso en los últimos meses. Su participación con un papel central en la fuerza de muy alta disponibilidad de la Otan ha traído como consecuencia una reforma completa de las infraestructuras que emplea para los adiestramientos rutinarios. Así, la base ‘General Morillo’ dispone ya de una nueva aldea afgana (más grande que la anterior), ubicada en los terrenos recientemente arrendados a los comuneros. Además, está a punto de ver la luz una galería de tiro de última generación que permitirá una instrucción en condiciones de máxima seguridad. Junto a ello, el alto mando de la base pontevedresa tiene ya el visto bueno del Ministerio de Defensa para la construcción de cuatro infraestructuras más que, en pocos meses, estarán a disposición de los soldados pontevedreses: una pista para todoterrenos, una torre multiusos, un foso de tiro y una nueva área de obstáculos.

Paralelamente, la unidad que dirige el general Cebrián ha conseguido que se potencie la base militar de Parga (Lugo), que permite la realización de ejercicios que no se pueden llevar a cabo en Pontevedra para evitar molestias a la población.

YA FINALIZADAS. "Las infraestructuras más importantes ya están concluidas. El viejo campo de tiro tuvo que desmontarse por encontrarse en la zona que se entregaba a la Comunidad de Montes. A cambio tenemos una nueva galería de tiro que tiene unas condiciones óptimas. Tiene 200 metros de longitud y reúne todos los requisitos de seguridad precisos. Ya está validada por el departamento de Ingeniería de la Dirección General del Ejército", explica el general jefe de la Brilat, Luis Cebrián Carbonell, principal impulsor de los nuevos proyectos.

Cebrián avanzó, además, las nuevas propuestas que ya han sido aprobadas para la propia base ‘General Morillo’. Por una parte, una pista de conducción todoterreno en la que los militares podrán efectuar prácticas con los vehículos en un escenario que simulará la orografía que se suelen encontrar en zonas de conflicto. Esta infraestructura se ubicará en los terrenos que fueron arrendados en el marco del más reciente convenio firmado con los vecinos de las inmediaciones, lo mismo que la aldea afgana y la galería de tiro.

Ya en el interior de la base, en las zonas más próximas al patio central, se habilitarán el resto de novedades anteriormente mencionadas: los obstáculos para el entrenamiento de los tiradores, el foso de tiro y la torre multiusos.

BRIGADA DE ELITE. Las nuevas infraestructuras con las que contará la Brilat son un reflejo de la importancia que ha adquirido la base pontevedresa en los últimos tiempos en el marco del Ejército de Tierra. La Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable está avanzando hacia un carácter multidisciplinar. No en vano, la base pontevedresa ha recibido nuevo armamento de artillería y vehículos de última generación para la infantería, además de aviones no tripulados.

La presencia de la Brilat al frente de la VJTF Land (Very High Readiness Joint Task Force) de la Alianza Atlántica ha supuesto un salto hacia adelante para la base, que, unida al acuerdo del Ministerio de Defensa con los vecinos, ha supuesto un impulso que deja a la base pontevedresa como una de las más avanzadas del Ejército y su punta de lanza a medio plazo.

Las nuevas infraestructuras habilitadas en Pontevedra y en Parga están pensadas para el adiestramiento a corto y a medio plazo. La Brilat, como adelantó ayer este periódico, seguirá estando en situación de prealerta en el marco de la VJTF durante el año 2017, con la diferencia de que su capacidad de despliegue no tendrá que ser inmediata, como lo es en 2016. Ello hará que la brigada pontevedresa no entre en las rotaciones de cara a posibles misiones internacionales de las que pueda formar parte el Ejército de Tierra durante el año próximo. A partir de enero de 2018, los soldados del acuartelamiento de Figueirido volverán a integrarse en las citadas misiones en el exterior.

OPERACIONES ESPECIALES. Otra novedad de las últimas semanas ha sido la integración de un grupo de soldados de la Brilat en las unidades de apoyo a las Fuerzas Especiales. Para ello, los soldados elegidos han puesto en marcha un programa adicional de adiestramiento que les permita hacer frente a esta nueva tarea. Deberán compaginarlo, eso sí, con la instrucción obligatoria en el marco de la fuerza de reacción rápida de la Otan. El general Cebrián explica que "un batallón de cada brigada ligera debe tener una compañía especializada como apoyo a Operaciones Especiales. Hay una serie de aspectos tácticos de estas unidades que necesitan cierta masa, capacidad de combate convencional para que les apoye. Se ha especializado a una compañía de la Brilat en estas misiones de respaldo y están siguiendo un adiestramiento adicional".

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