La campaña navideña salva al sector marisquero en la ría de Pontevedra

Las lonjas de la ría de Pontevedra cerraron 2015 con una facturación de 11,68 millones, más que en el ejercicio anterior ► Los mariscadores trabajaron durante casi todo el mes de diciembre, más productivo y con mejores precios que en 2014 ► La almeja japónica, que fue la especie más rentable, situó de nuevo como segunda rula de la comarca a la de Campelo
Mariscadores faenando en una playa del fondo de la ría de Pontevedra
photo_camera Mariscadores faenando en una playa del fondo de la ría de Pontevedra

Los trabajadores del mar han iniciado el nuevo año con cierto optimismo, sobre todo los que se dedican al marisqueo. Las seis lonjas de la ría de Pontevedra cerraron 2015 con más beneficios que durante el ejercicio anterior. Aunque tan solo fue medio punto, lo que elevó la facturación de las rulas hasta los 11,68 millones de euros, casi 61.000 euros más que en 2014, el sector logró interrumpir la vertiginosa caída de las ventas que arrastraba desde 2011.

La campaña navideña está detrás de este tímido resurgir del sector, ya que los mariscadores trabajaron durante casi todo diciembre para satisfacer la demanda de productos del mar y compensar las 85 jornadas que las playas permanecieron cerradas a causa de las biotoxinas entre abril y julio de 2015. "Os primeiros seis meses do ano foron caóticos. Salvounos o Nadal. A campaña foi moi boa; os prezos tamén", señala la presidenta de la Asociación de Mariscadores a Pé de San Telmo de Pontevedra, Ángela García.

Las tres cofradías de pescadores del fondo de la ría cubrieron las vacantes por jubilación del año pasado con 53 nuevos permex

Los arenales del fondo de la ría abrieron durante 18 días durante el mes pasado, cinco más que en el mismo período de 2014, y no volverán a activarse hasta después de Reyes. El próximo jueves, los cerca de 420 mariscadores de las cofradías de pescadores de San Telmo de Pontevedra, San Andrés de Lourizán y San Gregorio de Raxó regresarán a la faena. Lo harán con el objetivo de recuperar nuevas zonas para el marisqueo y con la vista puesta en relanzar un sector, el del mar, que en 2001 dejó beneficios de casi 39 millones de euros en las lonjas de Aldán-Hío, Bueu, Campelo, Marín, Pontevedra y Portonovo.

El año pasado, los tres pósitos del fondo de la ría cubrieron las vacantes por jubilación con la expedición de 53 nuevos permex, una política que ampara la Xunta y que se mantendrá hasta el próximo mes de octubre. "A lista estará aberta ata entón", apunta García Torres, que sostiene que es necesaria la emisión de nuevos carnés de mariscadores. "Na praia ten que haber xente, non só para recoller marisco, senón tamén para sementar e limpar", añade.

Otro de los retos a los que se enfrentan los trabajadores del sector tiene que ver con el furtivismo, que "segue igual" a pesar de que está tipificado como un delito. En las playas del fondo de la ría existen, en la actualidad, unos seis furtivos fijos, que han agudizado el ingenio para dar salida a la mercancía robada en los bancos marisqueros a través de las nuevas tecnologías.

La especie que más volumen de negocio generó en las lonjas de la ría fue la almeja japónica, cuyas ventas superaron los 1,45 millones de euros en 2015. El auge de este bivalvo explica el renacimiento de la rula de Campelo, en Poio, que un año después recuperó la segunda posición en el ranking, por delante de Bueu y por detrás de Marín.

El pulpo (1,25 millones de euros) y la xarda pintada (1,14 millones) ocuparon el segundo y tercer puesto de los productos más rentables de las rulas pontevedresas.

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