PONTEVEDRANDO... El mono con sombrero

La celebración soñada

►Empresa: El mono con sombrero ►Propietarios: Rubén Paz y Fernando Fernández ►Actividad: Organización integral de eventos ►Dirección: San Román, 17 ►Fundación: 2015

Rubén Paz y Fernando Fernández, propietarios de la empresa 'El mono con sombrero'. JAVIER CERVERA
photo_camera Rubén Paz y Fernando Fernández, propietarios de la empresa 'El mono con sombrero'. JAVIER CERVERA

IMAGINAEMOS QUE usted, querida señora, tiene novio o novia y quiere matrimoniar. A mí me ocurrió, y aunque mi señora y yo somos felices, no tuvimos oportunidad de casarnos en una boda organizada por El mono con sombrero. Rubén y Fernando, los propietarios de la empresa se dedican a hacer feliz a la gente, que es el trabajo más hermoso del mundo.

Ellos convierten un día especial en algo muchísimo mejor. Lo que haga falta. Una vez alquilaron la plaza de toros y montaron un circo dentro para celebrar una boda, porque así lo querían los novios. Si usted y su novio o novia quieren casarse en Júpiter, ellos buscan la manera, y si tienen que diseñar una nave espacial, la diseñan, y si no, le construyen donde usted quiera el planeta Júpiter para que usted se case allí con su pareja.

Organizan todo tipo de eventos. Cumpleaños temáticos para 10 personas o congresos por los que pasan miles, y no, no sólo en Pontevedra. Han trabajado en Sitges, en Madrid, en Mónaco o en Barcelona, y ya tienen contratos para montar sus trabajos en sitios tan dispares como París o Dubai. Son referencia entre los bloggers más potentes y en revistas especializadas y entre otros clientes tienen a una multinacional de la cosmética. Trabajan también para instituciones: concellos, Deputación y lo que haga falta. Todo ello lo hacen desde su tienda-oficina en la rúa San Román, calle que es en sí misma un universo comercial extravagante y encantador.

Para cada evento hacen una planificación diferenciada. No les gusta repetir. Construyen decorados, muebles, escenarios y lo que sea para cada celebración. Y cuando algo ya lo han visto dos o tres veces, Fernando y Rubén lo arrinconan o lo rehacen para convertirlo en otra cosa. Ellos lo proyectan, lo realizan montan y lo organizan todo: la decoración, la música, los centros de flores, el catering, y lo hacen con tal detalle que a mí me entran ganas de pedir el divorcio para volver a casarme y que me lo organicen en El mono con sombrero. A ver qué dice mi señora, pues la segunda boda también sería con ella.

Están pendientes de todo. Ahora, por ejemplo, el bambú y la madera son tendencia, así que se ponen como locos a buscar bambú y madera o se van a un rastrillo a Madrid o a una feria de antigüedades a Constantinopla para hacerse con muebles antiguos con bambú y madera. Le casan a usted en un barco, en un tren, en el fondo del mar o en donde usted quiera. Lo del barco ya lo han hecho. Montaron una boda marinera en el puerto de A Coruña. Sólo tiene usted un problema, señora mía. Si usted y su novia o novio quieren casarse ya, en julio o en septiembre, llega tarde. Haberlo pensado antes, querida amiga. Ellos no pueden hasta octubre, que lo tienen todo cerrado. Ahora tendrá que aplazar usted la boda unos meses, pero le juro por mis hijos que vale la pena. Vivirán un día inolvidable. Claro que todas las bodas son inolvidables para los novios, pero si usted confía en alguien que puede hacerle algo personal, diferente y divertido, los invitados se lo agradecerán que siempre es mejor que acabar en una mesa dormitando porque un cuñado le dijo que la música ya la ponía un colega suyo y resulta que sólo se sabe una canción y es de Leonard Cohen.

En El Mono con sombrero se ocupan de que usted tenga la celebración que siempre soñó, da igual cuál sea. Ellos la escuchan, la orientan, le dicen cómo hacerlo, se van al detalle, dotan a la idea de un gusto exquisito y lo hacen con todo el cariño y la profesionalidad porque adoran su trabajo y saben que ese evento no sólo será único para usted y sus invitados. También para ellos, para Rubén y Fernando. Le darán vueltas hasta tenerlo todo pensado, le presentarán el proyecto y los diseños y le construirán un mundo a su medida con una atmósfera irrepetible. Entre usted en sus cuentas de Instagram o Facebook y se sorprenderá. Lo digo porque aunque me tengo por un escritor que se expresa de forma razonable, hay cosas que es mejor verlas. Allí hay fotos y vídeos que la dejarán extasiada.

Como decía, Rubén y Fernando trabajan de eso, de hacer feliz a la gente: a los celebrantes, a los invitados, a las personas que acuden a cualquier evento que ellos organicen. Fueron referencia primero en Pontevedra y su fama se extendió con ferocidad en Galicia, en España y ahora por el mundo entero. Y todo eso desde aquí mismo, en la rúa San Román.

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