La constructora San José inspecciona los terrenos para construír la A-57

La firma envía una avanzadilla a la zona como paso previo al comienzo de los trabajos del primer tramo de la circunvalación ► La actuación, que costará 59,4 millones de euros, está pendiente del recurso judicial presentado por Salvemos A Fracha
La autovía A-57 pasará cerca de este núcleo rural de Marcón, en Pontevedra
photo_camera La autovía A-57 pasará cerca de este núcleo rural de Marcón, en Pontevedra

El inicio de las obras del primer tramo de la autovía A-57, entre Vilaboa y A Ermida, podrían comenzar de forma inminente. Así se desprende de la visita que la adjudicataria de los trabajos, la constructora pontevedresa San José, ha realizado este verano a la zona donde se prevé poner la piedra de la futura circunvalación de Pontevedra. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que la firma ha enviado una avanzadilla al lugar como paso previo al inicio de los trabajos.

La llegada de la maquinaria pesada a la zona depende de una resolución judicial, la que adopte la Audiencia Nacional, que deberá resolver aún el recurso presentado por la plataforma Salvemos A Fracha, que ha advertido irregularidades en la tramitación previa a la contratación. El colectivo denuncia el impacto que tendrá la infraestructura en su entorno y ha reclamado, a mayores, la suspensión cautelar de las obras hasta que no se resuelva el conflicto.

A pesar del rechazo de la plataforma vecinal y ecologista, el Ministerio de Fomento, que es el responsable de los trabajos, considera el proyecto como prioritario y defiende como asumible su impacto ambiental a través de informes técnicos. "La Dirección Xeral de Conservación da Naturaleza de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras informa de que el proyecto no afecta directamente a ningún espacio natural protegido, ni se ve afectado por la propuesta de ampliación de la Red Natura 2000 en Galicia, actualmente en tramitación; ni afecta a ningún humedal incluido en el Inventario de Humedais de Galicia", expuso la Secretaría de Estado de Medio Ambiente en una resolución publicada en agosto del año pasado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El primer tramo de la autovía tendrá una longitud de 6,4 kilómetros y su plazo de ejecución será de 40 meses

Salvemos A Fracha basó parte de sus alegaciones contra la autovía en la posible afectación a especies protegidas, como la salamandra rabilarga. La tesis defendida por la agrupación la comparte parcialmente el Ministerio de Medio Ambiente, que señala a través del citado informe que "no parece que los hábitats en los que se enmarca el proyecto (de la A-57) sean propicios para albergar poblaciones notables de esta especie".

LOS VIADUCTOS. El control de la seguridad de las obras del primer tramo de la circunvalación entre Vilaboa y A Ermida será prioritario. De hecho, este mismo año, el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Carreteras, adjudicó a una Unión Temporal de Empresas (UTE) coruñesas (Iceacsa Consultores S.L.U. y Proyfe S.L.), el contrato de control y vigilancia de los trabajos por un valor de 1,47 millones de euros.

La concesionaria de las obras, la firma San José, tendrá que prestar especial atención a la construcción de los viaductos que servirán de apoyo al nuevo vial, que atravesará zona de monte y que pasará muy cerca de núcleos rurales de la parroquia pontevedresa de Marcón. Los pilares de apoyo de estas estructuras deberán situarse a una distancia mínima de cinco metros de los cauces, "evitando alteraciones que modifiquen la estabilidad de las cuencas interceptadas".

La A-57, que la plataforma Salvemos A Fracha define como un "corredor" de cuatro carriles, tendrá una longitud de algo más de 6,4 kilómetros. El plazo de ejecución de las obras, que son apoyadas por el Concello de Pontevedra y una parte de la oposición, será de 40 meses.

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