Esta semana se cumplirán tres meses del cambio de Gobierno en la Deputación de Pontevedra, un período corto y, sin embargo, suficiente para evidenciar el giro político experimentado por la institución provincial después de que, por primera vez en su historia, dejase de estar dirigida por fuerzas de derecha.
La coalición PSOE-BNG sigue por ahora la hoja de ruta trazada durante la negociación del pacto de Gobierno y, aunque hasta la aprobación del nuevo presupuesto su margen de maniobra es más bien escaso, ya ha empezado a aplicar su programa.
El plan de empleo y la apuesta decidida por el compostaje son, quizá, las iniciativas más visibles, pero no las únicas que se han puesto en marcha durante estos 90 días.
La primera revolución que trajo consigo el cambio de Gobierno fue el cambio de responsables en los organismos dependientes de la Deputación. Así, el director del Museo de Pontevedra, Carlos Valle, recuperó el timón de la entidad tras la supresión del cargo de director de gestión que había creado el anterior Gobierno popular. Además, José Ramón Couto (hasta entonces director del IES Torrente Ballester) fue nombrado director de Príncipe Felipe y también se crearon las figuras de asesor de accesibilidad (el arquitecto Jesús Fole) y de gestión de residuos (Carlos Pérez Losada).
Ya en el mismo Pleno de investidura, la presidenta, Carmela Silva, y el vicepresidente, Cesár Mosquera, dejaron claro que la prioridad en esta nueva etapa serían los ayuntamientos. Por ello, tan sólo once días después de tomar posesión, ambos celebraron una simbólica reunión con los representantes de los 52 municipios de menos de 50.000 habitantes para explicarles el nuevo modelo, basado en la "colaboración e a obxectividade".
Fue en ese mismo encuentro que los dirigentes provinciales anunciaron la futura creación de un Fondo Local de Financiación de Obras e Servizos dotado con más de 40 millones de euros. Su intención es ponerlo en marcha con la aprobación del presupuesto de 2016, algo que el Gobierno provincial espera hacer dentro de plazo.
La disposición de colaborar con las administraciones locales se ha seguido reflejando. Desde entonces, la presidenta provincial ha estado realizando una completa gira por los ayuntamientos de la provincia y entrevistándose con sus alcaldes.
Los concellos han sido también los destinatarios de la nueva política de la Deputación en materia de gestión de residuos y de urbanismo. El BNG, como responsable de las áreas de Medio Ambiente y de Infraestruturas, ha trasladado a la institución provincial dos de sus banderas insignia en el Concello capitalino: el compostaje y la movilidad.
En lo que se refiere al primero, la Deputación ha realizado ya varias acciones para implantar el modelo en toda la provincia: un viaje a Navarra y País Vasco para mostrar a los responsables municipales ejemplos exitosos de compostaje, la inversión de 450.000 euros para comprar composteros colectivos e individuales y la creación de diez plazas de experto para trabajar en los futuros centros de compost.
Con respecto a la movilidad, ha puesto a su asesor a disposición de los ayuntamientos con el fin de fomentar la redacción de planes para humanizar el territorio y mejorar la seguridad vial.
Eso sí, el Gobierno provincial ha dejado claro que "rematou a política de facer favores co chapapote" y por eso ha restringido el uso de su Parque de Maquinaria a los viales provinciales.
EMPLEO. El empleo está siendo otra de las apuestas del nuevo Ejecutivo y lo ha demostrado dedicando casi tres millones de euros a un plan con el que financiará la contratación de 1.514 trabajadores para los concellos durante los meses de noviembre y diciembre (con salarios próximos a los 1.000 euros y jornadas de 35 horas semanales). El proyecto ha recibido críticas del PP por su escasa duración, pero el Gobierno provincial ya se ha comprometido a crear otro plan en 2016.
También ha continuado iniciativas puestas en marcha por el anterior Gobierno, como las Escolas Deportivas o el PracticumDepo, con el que 123 estudiantes realizarán prácticas en empresas de países extranjeros.
DEBATE Y POLÉMICA. Aunque solo hayan transcurrido tres meses desde el Pleno de investidura, la nueva etapa también ha tenido ya enfrentamientos políticos y medidas polémicas.
Si el único diputado de Marea ejerce una oposición de lo más laxa, el PP ha optado por tensar la cuerda. Ya sin Rafael Louzán (que renunció a su cargo de diputado) y con Ángel Moldes y Nidia Arévalo como portavoces, los populares no han escatimado en críticas. Su arremetida más fuerte ha sido por ahora la del Pleno celebrado el 4 de septiembre, cuando la plantilla de Ence se manifestó ante el Pazo Provincial. En esa sesión, los diputados del PP no dudaron en abandonar la sala como medida de protesta por las restricciones de acceso al edificio.
La mala sintonía entre el bipartito y el grupo mayoritario de la oposición se ha notado también con el asunto de las Pousadas do Salnés. El Gobierno provincial ha anunciado que trasladará a la Fiscalía y al Tribunal de Contas este y otros proyectos gestionados durante la era Louzán, tras detectar una serie de irregularidades en los mismos, y el anuncio ha hecho saltar chispas entre unos y otros. Esa no ha sido la única arremetida de Silva y Mosquera contra sus predecesores, a los que acusaron de agotar el Presupuesto y dejar muchas partidas casi a cero.
Otras medidas que generaron polémica fueron la supresión de la subvención a la Escola de Gaitas e Percusión de la Deputación y la declaración de la provincia como "territorio libre de touradas".
