La Farmacia del CHOP lidera la creación de fármacos a la carta para enfermedades raras

Atiende a cerca de un centenar de pacientes que necesitan fórmulas y dosis distintas a las que comercializa la industria farmacéutica. Todos son crónicos y una buena parte menores
Carmela Davila, Beatriz Crespo (responsable de Calidade) y Carlos Crespo, este miércoles, en Montecelo
photo_camera Carmela Davila, Beatriz Crespo (responsable de Calidade) y Carlos Crespo, este miércoles, en Montecelo

El servicio de Farmacia del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) lleva años trabajando en la elaboración de medicamentos a la carta, ajustados a las necesidades de cada paciente. Cierto es que la industria farmacéutica ha abierto el abanico a enfermedades insospechadas hace tiempo, pero hoy sigue habiendo enfermos que necesitan fórmulas que no están comercializadas o dosis diferentes a las estándar.

Los farmacéuticos del Complexo trabajan para salvar estas barreras y, desde hace algo más de un año, lideran en Galicia la elaboración de fármacos para enfermedades raras. Actualmente dispensan medicamentos a casi un centenar de personas que presentan una patología de este tipo. Casi la mitad reciben fórmulas comercializadas, pero adaptadas a su cuadro clínico, y algo más de 40, elaboraciones propias que no están disponibles en la botica.

Entre los beneficiarios, una gran parte son menores que, o bien necesitan una combinación de compuestos específica o bien no toleran la forma convencional de administración del medicamento. La responsable de la unidad de farmacotecnia y elaboración de medicamentos, Carmela Davila, hace alusión a un caso concreto: la ictiosis lamelar, una enfermedad que provoca la aparición de escamas en la piel y de la que actualmente se están tratando en el CHOP cuatro pacientes pediátricos y un adulto.

El servicio desarrolló una línea de investigación pionera para esta enfermedad. El resultado es un medicamento que no solo mejora los perjuicios físicos de los pacientes, sino también los de carácter social. La clave está en el uso de la carbocisteína, un compuesto con el que el servicio de Farmacia ha conseguido anular el mal olor que desprendía la acetilcisteína. «Su olor es característico de algunos balnearios y recuerda a los huevos podridos. Los padres de los niños se quejaban porque, si la enfermedad ya impacta de por sí, con el mal olor ya se puede imaginar uno el resultado», explica la farmacéutica.

COMPOSICIONES. El servicio también elabora fármacos para las enfermedades metabólicas, esas que se diagnostican en la conocida prueba del talón a la que son sometidos los recién nacidos. Además, tanto en el campo de las enfermedades raras como en el de las más convencionales, la Farmacia del CHOP trabaja para mejorar «las características organolépticas, la textura o el sabor» de fórmulas descritas en otro hospital o en bibliografía especializada.

El servicio da cobertura a todos los pacientes del área sanitaria, aunque sean diagnosticados en otro hospital. Según advierten sus responsables, el número de elaboraciones para enfermedades raras va ‘in crescendo’ cada año. ¿Por qué? Fundamentalmente, porque cada vez se trabaja más en el diagnóstico precoz y el tratamiento de las mismas. «Hay que tener en cuenta que las enfermedades raras se consideran como tal desde los años 80 y que se tarda una media de entre cinco y diez años en diagnosticarlas, lo que implica un retraso muy importante en el tratamiento. Además, el 80% son enfermedades genéticas, es decir, crónicas, y en muchos casos son debilitantes, tanto en la población adulta como en la infantil», advierte Davila.

Todos los medicamentos elaborados a la carta tienen coste cero para los pacientes beneficiarios. El Sergas asume el coste. «No hay copago, porque son medicamentos hospitalarios», precisa el jefe del servicio, Carlos Crespo.

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