La iniciativa privada revitaliza el casco viejo de la ciudad de Pontevedra

Los dueños de tres viviendas abandonadas del centro histórico impulsan planes de rehabilitación, que deberán adaptarse al Peprica. Uno de los proyectos, el de la calle San Sebastián, pretende impulsar actos culturales entre España y Colombia
Inmueble que se quiere reformar en la calle Laranxo
photo_camera Inmueble que se quiere reformar en la calle Laranxo

El casco viejo de Pontevedra se reactiva y lo hace gracias a la iniciativa privada. Los propietarios de tres viviendas abandonadas del centro histórico han impulsado planes de rehabilitación ante la Concellería de Urbanismo, que ha puesto pegas a los proyectos porque deben adaptarse al plan de conservación de la zona noble de la ciudad, el denominado Peprica, del que este martes se celebró una comisión de seguimiento.

Los miembros de la mesa que supervisa el plan de protección del casco antiguo han puesto límites a las obras solicitadas por los dueños de los inmuebles, que deberán modificar sus planes iniciales para poder obtener la licencia municipal. Las casas en cuestión están situadas en las calles Laranxo, Flórez y San Sebastián y todas ellas se encuentran muy deterioradas.

La vivienda de la calle San Sebastián, que cuenta con una superficie útil de unos 150 metros cuadrados y otros 95 más de jardín, pretende impulsar actividades de intercambio cultural entre España y Colombia. La promotora de la obra, nacida en el país sudamericano, quiere que su casa (que se encuentra muy cerca de la Praza da Verdura) pueda albergar este tipo de iniciativas de forma puntual. Por este motivo solicitó la apertura de una puerta en uno de los muros del edificio, una propuesta que no ha pasado el filtro del Peprica.

La concejala de Urbanismo, Carme da Silva, mostró este martes su entusiasmo por el "interese" que está suscitando la recuperación de inmuebles del centro histórico.

ARI. Al menos ocho edificios del casco viejo de Pontevedra se encuentran en estado ruinoso. Uno de ellos es el Pazo Mariño de Lobeira, que se precintó hace casi cinco años y se encuentra vallado por riesgo de desprendimientos.

Sus propietarios han reactivado la reforma del inmueble, que data del siglo XVI y que está ubicado entre la calle César Boente y la Praza de Mugartegui. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta es la encargada de la supervisión del proyecto y de decidir qué partes del pazo pueden demolerse y cuáles hay que conservar.

El Concello de Pontevedra quiere agilizar los trámites de este inmueble para evitar problemas de salubridad y de feísmo urbanístico. El Gobierno local quiere aprovechar la nueva convocatoria de las ayudas del ARI para rehabilitar al menos 27 edificios del casco histórico y un máximo de cien viviendas.

En la selección de aspirantes, que se cerrará entre finales de este año y principios del que viene, se priorizarán aquellos proyectos cuya tramitación esté más avanzada. El motivo es que los fondos disponibles deberán gastarse el año que viene.

La convocatoria del ARI para 2016 dejará en Pontevedra 2.148.924 euros, que se repartirán en dos zonas: el casco histórico y Estribela. La mitad del dinero (1.076.735 euros) lo aportarán los propietarios de los edificios que se vayan a reformar, mientras que el resto será aportado por el Ministerio de Fomento (750.000 euros) y el Concello (322.189 euros)

El plan de ayudas públicas reserva algo más de 1,78 millones de euros para la rehabilitación de 27 edificios y la reforma integral de varias calles del centro: Tristán de Montenegro y Pratería Vella, ambas próximas a la Basílica de Santa María, y el entorno de la Praza de Valentín García Escudero. Para estas tres últimas intervenciones se destinarán 228.867 euros.

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