La mayor parte de los ciclistas locales que se saltan las normas conducen drogados

La discusión entre conductores de vehículos a motor y ciclistas sobre quién incumple las normas de un modo más flagrante continúa vigente. Frente a la clara situación de desventaja de la que parten los que circulan en bicicleta, cuyos accidentes alcanzan consecuencias gravísimas para los implicados, la Jefatura Provincial de Tráfico pone sobre la mesa el balance de denuncias interpuestas a personas que se saltaron las normas mientras conducían sus bicicletas en las carreteras pontevedresas en los últimos años. Tráfico informó de la estadística a los representantes de Masa Crítica, un colectivo que lleva años trabajando por la mejora de la seguridad vial de los ciclistas y por el mayor cumplimiento de las normas por parte de los conductores de vehículos a motor, en especial en lo que respecta a las distancias laterales de seguridad a la hora de realizar un adelantamiento.

El dato más destacado en relación con los expedientes abiertos a conductores de bicicletas desde 2012 hasta la actualidad es que la mayor parte de las denuncias vienen dadas por la presencia de sustancias estupefacientes en el organismo de los sancionados. Esta cifra, sin embargo, tiene una explicación muy clara. Los conductores de vehículos a motor que han perdido todos los puntos por ponerse al volante bajo los efectos del alcohol y las drogas deciden hacer uso de la bicicleta para, en plena madrugada, desplazarse desde las zonas de ocio hasta sus domicilios.

LA RUTA. "Se han detectado varios casos en la ruta que une Pontevedra con Monte Porreiro y también en la carretera vieja que conduce a Marín", desveló Enrique Pérez, portavoz del colectivo Masa Crítica, que se mostró "satisfecho" por el hecho de que las personas que llevan a cabo estas prácticas tengan su sanción.

En segundo lugar en cuanto al volumen de sanciones por conducir bicicletas bajo los efectos de las drogas se hallan los que, en las 24 horas posteriores a consumir cannabis (en las que aún se detecta su presencia en un control), salen a practicar deporte, normalmente los domingos.

Por último, una pequeña parte de los 51 conductores de bicicletas que fueron sancionados por emplear el vehículo tras consumir sustancias estupefacientes entre 2012 y la actualidad procedían del poblado chabolista de O Vao. De todos es sabido que existe un número indeterminado de personas que acuden al núcleo de infraviviendas del concello de Poio para adquirir drogas, y algunas de ellas emplean la bici y son interceptados por las autoridades, ya sea por la Policía Local de Pontevedra o por efectivos del Subsector de Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

EL CASCO. El segundo motivo de infracción por parte de los ciclistas de Pontevedra es la no utilización del casco, obligatorio cuando se circula en bicicleta por carreteras interurbanas. La Jefatura Provincial de Tráfico tramitó 46 denuncias por esta cuestión entre 2012 y 2016.

Otras infracciones detectadas por las autoridades competentes fueron por circular por las autovías, por no respetar las luces rojas de los semáforos, por emplear auriculares, por no encender las luces después del ocaso, por circular haciendo uso del teléfono móvil, por conducir bajo los efectos del alcohol o por no emplear el arcén cuando es preceptivo. Todas ellas, sin embargo, suponen un volumen muy inferior a las dos anteriores (el consumo de drogas y el uso del casco), que aglutinan la mayoría de los expedientes.

"Entendemos que la bicicleta es un elemento más del tráfico que debe cumplir las normas de convivencia, que debe respetar y ser respetado", señalaron fuentes de Masa Crítica, que añadieron que "el aumento de expedientes es un reflejo del aumento de ciclistas, pero también de una lógica mayor vigilancia que nosotros aplaudimos y solicitamos en las reuniones", añaden.

Indican, por otra parte, que "los hechos denunciados no son menores. Tenemos que hacer lo posible por mejorar la seguridad vial, siempre entendiendo que somos un colectivo vulnerable y que dependemos de que los conductores de los automóviles se comporten, ya que llevan un vehículo que tiene capacidad para matar".