"No hay dinero que pague la satisfacción de lo que hacemos"

La solidaridad de la Familia Compartir, reconocida con un premio en Portugal

El proyecto impulsado desde Pontevedra para financiar un intercambio cultural a jóvenes de Brasil sin recursos seguirá este año
Luz, Isabel y Mauro recogiendo el diploma en Caminha
photo_camera Luz, Isabel y Mauro recogiendo el diploma en Caminha

El proyecto Familia Compartir, impulsado por la pareja pontevedresa formada por Mauro Jorge Silva e Isabel Blanco y cuyo objetivo es que jóvenes brasileñas con escasos recursos conozcan la cultura europea, acaba de ser distinguido en el Encontro Internacional de Culturas Lusófonas, celebrado el pasado viernes en Caminha (Portugal).

La Associação Internacional de Escritores e Artistas Literarte, el Núcleo de Letras e Artes de Lisboa y el Conselho de Camiña le concedieron el Premio Liberdade de Expressão 2016 a la Familia Compartir para agradecer su contribución "a través do intercambio de culturas xeradas pola mesma, coa intención de enriquecer culturalmente a brasileiros sen condicións financieiras de facelo". A la hora de otorgarle el galardón también tuvieron en cuenta la originalidad del programa, según consta en el diploma recibido, junto a una medalla, en el acto del pasado 13 de mayo.

Hasta Caminha se desplazaron Mauro Jorge, escritor de origen brasileño, e Isabel, matrona y profesora pontevedresa, junto a su pequeña hija, Luz. La pareja se conoció haciendo el Camino de Santiago y la pasión de ambos por intentar mejorar el mundo hizo que no dudasen en invertir más de 6.000 euros en costear la estancia de tres jóvenes brasileñas en Pontevedra. Fue la primera edición de un proyecto de intercambio cultural que tendrá continuidad en los próximos meses, según avanzó este jueves Mauro.

Este pontevedrés de adopción admite que el premio llegó "un poco de sorpresa". No se lo esperaban a pesar de que previamente la asociación impulsora del encuentro les había solicitado información sobre el proyecto. "Es un premio que nos valora un montón. Allí había escritores de todo el mundo".

APRENDER ESPAÑOL. El objetivo era mostrar la vida y la cultura europea a tres chicas de familias humildes que, de no ser por este proyecto, tendrían complicado salir de su país. Sindy, Bárbara y Nahyiá, tres estudiantes de 16, 18 y 19 años, estuvieron en su casa de Pontevedra durante el pasado mes de enero. Con la ciudad del Lérez como centro de operaciones, Mauro, Isabel y Luz las llevaron de viaje a Milán, Barcelona, Porto, Lisboa y Madrid, además de recorrer numerosos rincones de Galicia y hacer alguna otra escapada al país luso. Museos y centros culturales centraron la agenda viajera.

El éxito del proyecto los anima a seguir adelante con él. Así, la segunda edición tendrá lugar en septiembre y la tercera en enero. "Las jóvenes que vendrán en septiembre ya están seleccionadas y estamos comprando billetes", apunta Silva.

Entre los preparativos figura también el idioma, porque la intención de Mauro e Isabel es que las chicas lleguen a España sabiendo defenderse en castellano. "La intención es que hablen en español desde el primer día, así que tenemos un grupo de WhatsApp en el que van aprendiendo poco a poco". La filosofía será la misma, aunque la ruta variará un poco, ya que en la primera ocasión "Milán resultó un poco caro y no lo aprovechamos bien. Ahora iremos a Andalucía, para que conozcan las diferencias culturales entre las regiones de España".

FINANCIACIÓN. Financiar este proyecto es "una locura", en palabras de Mauro Silva. "Intentamos buscar apoyos y tenemos trucos para buscarnos la vida y conseguir billetes y alojamiento más baratos", explica este brasileño acostumbrado a viajar por todo el planeta. No solo deben costear traslados y estancias en las ciudades que visitan, sino también las cartas de invitación, los seguros de salud, etcétera.

De hecho, en su página de Facebook (Familia Compartir) tienen en marcha una campaña para recaudar fondos para continuar con el proyecto. Con 50 colaboradores la cuota sería de 10 dólares mensuales desde mayo a septiembre. De ser menos la cifra se elevaría hasta los 50 dólares al mes.