La tramitación de la licencia para la construcción del crematorio de Funespaña en San Amaro se ha convertido en un galimatías administrativo. Y una comunicación de la Xunta, con fecha del 30 de septiembre y que llegó al Rexistro municipal el pasado martes, ha provocado más confusión sobre el futuro de la instalación. En ella, la Consellería de Medio Ambiente informa al Concello de que la solicitud ambiental realizada por la funeraria ha caducado por haber presentado el papeleo requerido fuera de plazo.
El pasado mes de junio, el Gobierno gallego dio un ultimátum de 90 días a la compañía para que corrigiese ciertas «deficiencias documentais». Lo hizo a través de un insólito escrito dirigido al Concello de Pontevedra, en el que le pedía que contactase con la promotora del crematorio para preguntarle si quería seguir adelante con la tramitación ambiental o, si bien, optaba por reiniciar el expediente acogiéndose a la nueva Lei do Emprendemento, una normativa que permitiría a Funespaña pasar por alto la obtención de este permiso ambiental.
La empresa, que todavía opera con su antigua marca comercial en Pontevedra (Sempsa), decidió continuar con su tramitación para no empezar el papelo desde cero. Así se lo comunicó al Gobierno local, que dos días después, informó de esta situación a la Consellería de Medio Ambiente.
La concejala de Urbanismo, Carme da Silva, mostró ayer su sorpresa por la decisión de la Xunta de dictar la caducidad del expediente y negó que este se hubiese tramitado fuera de plazo. «Están a dicir que non recibiron ese comunicado do Concello, pero ten data de Rexistro do 24 de agosto (es decir, dentro del plazo de 90 días dado por la Administración autonómica)», reveló.
Da Silva rechaza la permuta y duda de que Funespaña quiera llevar a cabo su horno en Pontevedra por la competencia del de Caldelas
La edil del BNG cree que la decisión de la Consellería esconde su intención de eludir su pronunciamiento sobre el informe ambiental de Funespaña, a la que el Gobierno local comunicará por escrito la resolución autonómica para que pueda presentar las alegaciones pertinentes. Por el momento, se desconoce si la funeraria optará por la reclamación, reiniciará el expediente o lo dejará como está.
A MAREA Y PP. Da Silva cuestionó ayer que Funespaña quiera construir su crematorio en San Amaro tras la apertura del de Ponte Caldelas. Lo hizo un día después de la reunión mantenida por directivos de la compañía con los grupos de la oposición en Pontevedra, en la que, al mismo tiempo que ratificaba su intención de seguir adelante con su proyecto, abría la puerta a cambiar de ubicación si el Concello le ofrecía unos terrenos similares a los que ahora posee en A Parda, al lado del cementerio.
La edil de Urbanismo descartó la permuta y recordó que el deber del Concello es defender el interés general y no el de una empresa privada. «O que sigo sen entender é o interese de determinadas forzas políticas en mediar para que esta empresa siga adiante co seu proxecto de crematorio noutro sitio», dijo Da Silva en referencia directa a los grupos municipales de Marea y PP.
La edil desveló, por otra parte, una reunión mantenida en julio con responsables de Funespaña el pasado mes de julio. El objetivo del encuentro, que el pasado miércoles la empresa negó, era transmitirle el comunicado de la Xunta en el que exigía a la funeraria un pronunciamiento sobre su solicitud ambiental.
