La Xunta renuncia al plan para edificar seis bloques de viviendas sociales en el barrio de Monte Porreiro

El IGVS permutará los terrenos situados en O Mirador, que superan los 18.500 metros cuadrados, si el Concello le ofrece a cambio otra parcela
Zona de O Mirador, en Monte Porreiro
photo_camera Zona de O Mirador, en Monte Porreiro

La Xunta y el Concello negocian una salida para la bolsa de suelo público para viviendas sociales prevista en el barrio de Monte Porreiro. El Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) ha renunciado a construir seis edificios en las parcelas de las que todavía es titular en la zona de O Mirador, al lado del parque.

En la práctica, este ámbito se utiliza ya como espacio de esparcimiento por parte de los vecinos. Por este motivo, el organismo autonómico quiere acelerar el proceso y traspasar los solares al Gobierno de Pontevedra, que podrá utilizarlos como áreas verdes o darles un nuevo uso como equipamientos.

El concejal de Réxime Interior, Vicente Legísima García, confirmó este miércoles los contactos con el Ejecutivo autonómico y que las parcelas de las que se quiere desprender el IGVS son siete (seis edificables y una sin esta catalogación) y superan los 18.500 metros cuadrados.

El edil nacionalista informó también de que el Instituto Galego de Vivenda e Solo reclama, a cambio de esta operación, una contraprestación. Y lo hace en forma de permuta, de modo que el Concello deberá cederle otra parcela para que disponga de una nueva bolsa de suelo público para construir viviendas protegidas.

Pontevedra buscará nuevos terrenos tras ofrecer, sin éxito, un solar de 6.924 metros cuadrados edificables en Valdecorvos



El Gobierno local le ha ofrecido un solar con 6.924 metros cuadrados edificables en Valdecorvos, en la que podría promover un complejo residencial con dos sótanos y 200 plazas de aparcamiento. Al parecer, esta opción no convence a la entidad autonómica, que prefiere otra ubicación.

La última promoción de vivienda pública de la Xunta en Pontevedra se realizó precisamente en este mismo barrio, concretamente en Prado Novo y Rúa Nova. Allí se levantaron dos bloques con 122 pisos sociales. Su construcción sufrió numerosos retrasos. Comenzó en 2009 y la obra no finalizó hasta principios de 2015. Finalmente, la entrega de los apartamentos, que se repartieron previo sorteo, no culminó hasta mayo del año pasado con la entrega de las llaves a los inquilinos —17 en total— que optaron por la compra de las viviendas.

Legísima García avanzó que se buscarán nuevos terrenos para llevar a cabo la permuta y zanjar un convenio urbanístico que Xunta y Concello firmaron en 2007 para la mejora de Monte Porreiro.

INICIATIVA PRIVADA. El pinchazo de la promoción de vivienda por parte de las administraciones también afecta a la iniciativa privada. El declive del ladrillo frustró la construcción de 1.119 viviendas en tres barrios de la ciudad desde el inicio de la crisis.

Los polígonos residenciales se encontraban en Campolongo, Tafisa y Valdecorvos. Todos ellos fueron impulsados, fundamentalmente, por empresas y cooperativas. Siguen en el cajón por falta de fondos y por el desinterés de sus promotores.

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