Un ladrón mantiene en vilo a la Policía en Pontevedra tras ser cazado ocho veces en ocho meses

Hurtos de pequeña cuantía le permiten conservar su libertad pese a figurar como investigado en numerosos delitos contra el patrimonio
La Policía interroga a testigos durante un suceso nocturno en la ciudad. DAVID FREIRE
photo_camera La Policía interroga a testigos durante un suceso nocturno en la ciudad. DAVID FREIRE

En el marco de un período estival más tranquilo que de costumbre en Pontevedra y sus alrededores, la Comisaría Provincial se ha encontrado con un elemento que perturba la calma no solo de los agentes, sino de los dueños y empleados de distintos establecimientos comerciales, tanto de venta de ropa y complementos como de hostelería. La de este lunes no será la última detención de un individuo de 45 años de edad capaz de sustraer prendas en la milla de oro del comercio pontevedrés, de intentar asaltar locales de ocio cuando se encuentran cerrados en busca de la recaudación de las máquinas tragaperras o de la caja registradora, o bien de echar la mano a cualquier objeto que encuentre a su paso siempre que se le presente la oportunidad.

Su última aparición, la octava en lo que llevamos de año según los registros de la Policía Nacional (que sospecha que deben ser más, aunque no siempre fue interceptado), le llevó a caer in fraganti en manos de agentes de la Comisaría cuando pretendía introducirse en un bar para llevarse la recaudación.

El arresto se produjo cuando el citado individuo estaba manipulando la verja de cierre del local, hasta el punto de que llegó a arrancarle un trozo de hierro de la parte inferior con la intención de hacer palanca e introducirse por un estrecho hueco. No contaba con la presencia de una patrulla que estaba realizando labores de prevención de la delincuencia en el lugar de los hechos. Los policías, en vista de lo que ocurría, se dirigieron al lugar y le detuvieron.

"Ha sido identificado de forma reiterada, con la consecuente inseguridad que provoca", dice la Policía. El juez le volvió a poner en libertad ante la escasa cuantía (nula, en este caso) de su botín.