Uno de los puntos complejos, en lo referente a la seguridad de los peregrinos en las rutas a Santiago a su paso por el municipio de Lalín se encuentra en la parroquia da Laxe, en el entronque del trazado de la Vía da Prata con la N-525.
Después de recorrer los 18 kilómetros desde Dozón -a pie, a caballo o en bicicleta-, deben atravesar una carretera con una alta densidad de tráfico y con una plataforma cuya anchura es superior a 25 metros de anchura, con un carril de circulación para cada sentido, un y los de carril de incorporación y desaceleración.
Todo ello en un punto donde los vehículos que circulan en dirección Santiago empiezan a ganar velocidad después de salir de la rotonda de la autopista y de una curva sin restricción de velocidad y con escasa visibilidad en el punto de cruce.
Partiendo de estos argumentos, el Concello de Lalín advierte de que la seguridad de los peregrinos, y en ellos se basa para solicitar al Ministerio de Fomento, como titular de la N-525, que otorgue la preceptiva autorización para la construcción de una pasarela por encima de este vial para evitar el cruce al mismo nivel con la Nacional.
Paralelamente, la moción elaborada por el Concello de Lalín, que será aprobada en la próxima sesión plenaria apunta también que la Xunta de Galicia, a través de la Sociedade de Xestión do Xacobeo, tendría asumir la tarea de encargar el proyecto y la ejecución de una pasarela sobre la carretera N-525 que entronque con el Camiño de Santiago en el trazado actual con el vial que discurre entre las casas del núcleo de A Laxe y que finaliza a la altura del Albergue de Peregrinos.
