Lanzan una colecta para salvar de la ruina el Santuario de las Apariciones

Los principales daños estructurales se localizan en la cubierta, cuya restauración dará comienzo en los próximos días
Desperfectos en la cubierta. RAFA FARIÑA
photo_camera Desperfectos en la cubierta. RAFA FARIÑA

La Conferencia Episcopal Española promueve una recolecta mundial para reformar el Santuario de las Apariciones de Pontevedra. "Podemos decir que llueve dentro", declara Luis Manuel Romero, responsable del centro religioso en nombre de la Conferencia. Según explica, el edificio se encuentra "literalmente en ruinas", por lo que la reforma es más una necesidad urgente que un lavado de cara.

El presupuesto total de esta renovación se calcula en torno a los 800.000 euros y abarca diversas partes de la propiedad. La primera fase y más prioritaria se centra la reforma de la cubierta y la primera planta, donde se encuentra la capilla en la que "la Virgen le apareció a Sor Lucía", explica el sacerdote. Estas obras, cuyo gasto rondan los 250.000 euros, "comenzarán en los próximos días" pues ya cuentan con las preceptivas licencias de la Xunta de Galicia y del Concello, y también han sido adjudicadas a una empresa.

Los desperfectos de la cubierta son evidentes y precisan de una intervención inmediata. RAFA FARIÑA

"Es primordial hacerlo ya, antes de que llegue el otoño y las lluvias dañen más la construcción", alerta Romero, quien confía en que la recaudación se acelere a partir de septiembre. Hasta el momento, la campaña ha recaudado unos 65.000 euros, aunque el religioso asegura que ya le han "prometido" algunas fundaciones su colaboración con "una buena cantidad de dinero".

En realidad, esta colecta ya lleva tres meses activa –concretamente, desde el 27 de mayo–, pero no siempre a cargo de la Conferencia Episcopal. Fue a partir de este verano cuando la CEE tomó las riendas del Santuario, anteriormente gestionado por la asociación Apostolado Mundial de Fátima, para volver a impulsarlo. Debido a una "mala gestión económica", el emblemático lugar de culto pontevedrés acarreaba una deuda que rondaba el millón de euros, que la Conferencia Episcopal decidió asumir.

"Ahora se puede decir que se ha solucionado todo, desde un punto de vista judicial y económico", apunta el sacerdote, pero la CEE pide la colaboración de toda la comunidad religiosa para reparar los edificios porque, al haber asumido la deuda, "no se puede hacer cargo también de la reforma".

INVERSIÓN. A pesar del gran desembolso que supone reacondicionar el Santuario, desde la Conferencia Episcopal están convencidos de que es una inversión a futuro. De hecho, los edificios, ahora en propiedad de la CEE, tienen un albergue con 50 habitaciones, pendiente de una reforma. "Bien gestionado, generaría beneficios", opina Romero.

Con todo, el objetivo "es dar a conocer el Santuario de Pontevedra como un lugar muy importante, porque es donde apareció la Virgen en España", dice Luis Manuel Romero. Señala que lo "más importante es salvar el Santuario" y promoverlo ya no solo como un destino por su relevancia religiosa, sino también "cultural".

De hecho, recuerda el responsable del Santuario que "el Papa Juan Pablo II lo consideró el tercer santuario mariano del mundo", después del de Lourdes –Francia– y Fátima –Portugal–. "La gente piensa que la Virgen solo apareció en Portugal", lamenta Romero, recordando que el Santuario de las Apariciones tiene una trascendencia crucial no solo para Pontevedra, sino también para España.

La aparición de la Virgen María y el Niño Jesús

Casi han pasado 100 años desde que Sor Lucía manifestó haber tenido delante de sus propios ojos a la Virgen. Los hechos sucedieron el 10 de diciembre de 1925, cuando a la joven Sor Lucía, de 18 años de edad, "se le apareció la Santísima Virgen y al lado, suspenso en una nube luminosa, un Niño. La Santísima Virgen, poniéndole una mano en el hombro, le mostró al mismo tiempo un Corazón que tenía en la otra mano, cercado de espinas", relató la propia protagonista.

Este hecho marcó un antes y un después en la ciudad: son miles los peregrinos y visitantes que cada año se desplazan hasta Pontevedra para visitar el santuario mariano y renovar su fe